Allá por los finales de la década del 70, el Reino Unido estaba plagado de hechos policiales que conmocionaron a la nación y que quedaron en la historia policial, y uno de esos episodios tuvo que ver con el secuestro de un hombre que fue cautivo por cuatro décadas a manos de dos sujetos, padre e hijo.
Por Crónica
La historia indica que el nombre de la víctima no fue aclarado para resguardar su integridad y la identidad quedó en protección de las autoridades correspondientes. En tanto, el sujeto y protagonista de esta historia fue secuestrado cuando tenía solo 16 años de edad.
Según informó la Policía, hace más de 40 años Peter Swailes y su hijo, Peter Swailes Jr, atraparon al hombre y lo colocaron en un cobertizo, sin calefacción, sin luz y con solo una ventana que daba al exterior. Además el individuo vivía con ropa sucia, una cama, un televisor viejo y una silla, en tanto, las condiciones en las que lo encontraron eran inhumanas y vivió en el patio de la casa de sus secuestradores, al lado del hogar del perro.
La Policía de la ciudad inglesa de Carlise recibió en 2018, un llamado anónimo que desarrolló todo lo que estaba sucediendo en una casa vecina de su poblado. Las autoridades acudieron al lugar y el oficial a cargo de la investigación (Martin Plimmer) calificó la situación como “realmente desgarradora” y aseguró que el hombre fue tratado como esclavo durante más de 40 años.
Reino Unido: ¿Qué pasó con los secuestradores?
Según arrojó la investigación, le entregaban entre 10 y 13 libras por su trabajo en la casa y no le daban de comer todos los días. Incluso, los secuestradores Swailes no lo dejaban dormir en su cama, dejándolo asustado por lo que podría pasar. Al momento que arribó la Policía, el sujeto estaba “desorientado y traumatizado”.
Los captores fueron imputados en la causa por delitos de esclavitud aunque antes de que la causa llegara a juicio oral, uno de los secuestradores, Peter Swailes, falleció a los 80 años, dejando a su hijo en manos de la Justicia. Peter Swailes jr se declaró culpable en 2021 del delito de “esclavitud moderna”. El encargado de la investigación declaró que el anónimo “quedará traumatizado por el resto de su vida”.