Un septuagenario francés, que realizaba desde el 1 de enero una travesía del Atlántico a remo, activó el viernes sus balizas de socorro y su equipo informó este sábado que no ha tenido “ningún contacto” desde entonces.
Jean Jacques Savin, que cumplió 75 años el 14 de enero a bordo de su canoa “Audaz”, de ocho metros de largo y 1,70 de ancho, había zarpado el 1 de enero de Sagres (sur de Portugal) para convertirse en “el decano del Atlántico”, con una hazaña para “burlarse de la vejez”.
“Lamentablemente, desde las 00H34 de la mañana de ayer (viernes), no tenemos ningún contacto ni manifestación de su parte”, anunció su equipo a la AFP.
“Nuestra preocupación es grande, como se puede imaginar”, añadió el equipo, que precisó que el aventurero ha activado “sus dos balizas de socorro, que [les] indican que está en gran dificultad”.
En un mensaje enviado a sus amigos y a la AFP, Manon, la hija de Jean Jacques Savin, afirma que “están muy preocupados. Todo se llevó a cabo inmediatamente en coordinación con los servicios de rescate en el mar franceses, portugueses y estadounidenses”.
Según el responsable de comunicación del equipo de voluntarios, Jean Jacques Savin se encontraba -en el momento del último contacto- en alta mar, al norte de Madeira, y se dirigía hacia la pequeña isla de Ponta Delgada, en el archipiélago de las Azores, para reparar su bote.
Después de haber sido desviado debido a los malos vientos y haber alargado considerablemente su recorrido previsto, el septuagenario tuvo graves problemas, provocados por fallas de baterías eléctricas y de colectores solares. AFP