Aliados de Estados Unidos apuestan por mantener abierta la vía del diálogo con Rusia y dejar claro que no permitirán agresiones que socaven la integridad de Ucrania.
Esta es una de las conclusiones de la ronda de contactos que el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha mantenido con varios líderes europeos para acordar una posición común en la actual crisis derivada del despliegue de fuerzas rusas en las proximidades de la frontera con Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea (CE) , Ursula von der Leyen, el del Consejo Europeo, Charles Michel, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, son algunos de esos líderes consultados por Biden, quien también habló con los presidentes francés, Emmanuel Macron y polaco, Andrzej Duda; y los primeros ministros italiano, Mario Draghi, británico, Boris Johnson, y alemán, Olaf Scholz.
La Casa Blanca confirmó en la noche del lunes que había abordado con sus aliados europeos un posible despliegue de tropas estadounidenses en el este de Europa.
Por el momento los aliados abogan por el diálogo y la disuasión para tratar esta crisis generada por la actitud rusa ante Ucrania.
“Compartimos la evaluación sobre la gravedad de la situación”, señaló Von der Leyen, quien advirtió de que los europeos y aliados desean que la diplomacia tenga “éxito”, pero que “se están preparando para todas las eventualidades”.
EVITAR AGRESIONES A UCRANIA
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, coincidió con los líderes aliados en la importancia de la “unidad internacional” ante la creciente hostilidad rusa y, según un portavoz, “subraya el coste humano de cualquier agresión rusa y la necesidad de tomar todas las medidas que estén a nuestro alcance para evitar ese resultado”.
“Las conversaciones diplomáticas con Rusia siguen siendo la prioridad”, en palabras del británico, quien saludó “las que ya han tenido lugar entre Rusia y los aliados de la OTAN”.
El italiano Mario Draghi llamó la atención acerca de que los aliados han reiterado “el apoyo a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y resaltó “las graves consecuencias que podría acarrear un mayor deterioro de la situación”.
Por su parte, el francés Emmanuel Macron, se mostró partidario de trabajar en “una desescalada rápida” en la crisis de Ucrania, lo que a su juicio pasa por lanzar advertencias “firmes y creíbles” a Rusia y al mismo tiempo mantener “un diálogo reforzado” con Moscú.
El propio Joe Biden se mostró satisfecho por la “total unanimidad” entre su postura y la de sus aliados europeos en cuanto a la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania, según declaró a la prensa en la Casa Blanca.
En un tuit posterior, Biden aseguró que los líderes habían conversado sobre “los esfuerzos conjuntos para disuadir una mayor agresión por parte de Rusia, como los preparativos para imponer duros costes económicos a Rusia y reforzar la seguridad en el flanco este” de la OTAN.
EE. UU. MOVILIZA 8.500 SOLDADOS
El Pentágono ha anunciado que ha colocado en alerta “elevada” a 8.500 soldados ante el aumento de la tensión con Moscú por Ucrania, aunque todavía no ha adoptado ninguna decisión sobre un despliegue en el este de Europa.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, hizo hincapié en que el grueso de las tropas estadounidenses se desplegaría en países del este de Europa dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF, por sus siglas en inglés), por lo que se activarían únicamente si la alianza atlántica lo solicita.
Ante esa decisión el Kremlin expresó hoy su “preocupación”, dijo en su rueda de prensa telefónica diaria el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov.
Agregó que todo lo que hace Estados Unidos, “informativamente y de hecho”, es “agravar la tensión”.
EFE