Un conductor de un camión de basura fue linchado hasta la muerte por indígenas tras atropellar y causar la muerte a una mujer embarazada y su hija de un año de edad en la carretera aledaña al Parque La Florida, en las afueras de Bogotá, informaron este martes las autoridades.
“Cuando se empezó con el levantamiento de los cuerpos de la mujer y la menor estaba la Fiscalía, por eso asumieron de inmediato la investigación sobre los hechos que terminaron con la muerte del conductor. No hay en Colombia ningún amparo de justicia propia para grupos étnicos donde puedan cometer un homicidio”, expresó el jefe de gabinete de la Alcaldía de Bogotá, Luis Ernesto Gómez.
En los numerosos videos que circulan en las redes sociales se puede ver la situación de caos y dolor provocada en la comunidad tras el atropello de la mujer, lo que provocó que indígenas abordaran al conductor y lo golpearan con piedras y palos.
El incidente también provocó que unos 600 miembros de la comunidad indígena bloquearan el paso entre las localidades de Funza y Siberia, en el departamento de Cundinamarca (centro).
Las víctimas fueron identificadas como Erminda Tunay y su hija Camila, de un año y medio, mientras que el conductor fue trasladado al Hospital Simón Bolívar de Bogotá, donde falleció en la mañana de este miércoles.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lamentó esta “nueva tragedia en la comunidad embera”.
“Llevamos más de cuatro meses ofreciéndoles atención humanitaria, sanitaria y de estancia temporal mientras el Gobierno nacional garantiza primero que no los desplacen de sus resguardos y segundo que puedan retornar a los mismos”, defendió en sus redes sociales.
También aprovechó para arremeter contra el Ministerio de Defensa, al que acusó de ser “incapaz de garantizarles seguridad y evitar su desplazamiento y tampoco su retorno”, mientras que “Bogotá y los bogotanos han cubierto con solidaridad y con nuestros recursos la atención humanitaria, sanitaria y de estancia temporal”.
El incidente provocó el rechazo de múltiples líderes sociales, entre ellos Erika Prieta, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien, después denunciar “los oídos sordos del mal gobierno”, acusó a la administración nacional de ser “responsable de la muerte de una niña indígena y su madre”.
“Fueron múltiples las alertas sobre lo inadecuado del Parque La Florida y los llamados para atender y brindar garantías a las comunidades indígenas ahí ubicadas”, expresó.
Unas 160 personas de la comunidad embera se trasladaron la semana pasada al Parque La Florida, donde ya hay más de 620 indígenas que son atendidos por la Secretaría de Gobierno de Bogotá.
La comunidad embera lleva asentada en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, en pleno corazón de la capital colombiana, más de tres meses a la espera de reubicación y soluciones ante la violencia que viven en el selvático departamento del Chocó (fronterizo con Panamá).
Según la Alcaldía, más de 1.100 indígenas han regresado a sus lugares de origen de manera voluntaria.
EFE