Georgina Rodríguez, que acaba de estrenar un docu-reality en Netflix, está atravesando su momento de mayor exposición mediática. Por eso cada historia que cuenta es noticia.
Por: Clarín
A modo de adelanto de Soy Georgina, la serie estrenada este 27 de enero en la plataforma, la pareja de Cristiano Ronaldo recordó una divertida anécdota relacionada a un pepino.
La influencer argentina dijo que durante su estancia en un hotel antes de hacer una producción de fotos encargó un pepino para ponérselo en los ojos a modo de antiinflamatorio. El precio, por las nubes.
“Cuatro euros la broma del medio pepino. El pepino más caro de mi vida… ¿Qué hice? pues no solo usarlo para ponérmelo en los ojos, sino que luego el que sobró me lo comí”, comentó Rodríguez.
El documental
En su serie documental, Georgina cuenta quién es y recuerda sus orígenes. “Muchos conocen mi nombre, pocos saben quién soy”, dice en el adelanto de la producción.
Una vida de ensueño rodeada de guardaespaldas. Impresionantes casas, vestidos de alta costura y joyas. Apabulla la vida de la modelo Georgina (Buenos Aires, Argentina, 1994) con más de 28 millones de seguidores en Instagram.
“Me gustan las joyas con un chándal, hay quien no lo entiende, ya lo entenderá”, dice Georgina en uno de los capítulos del programa de telerealidad.
En el documental Georgina, orgullosa de sus orígenes y de su familia, se muestra como una mujer segura de mí misma. “Gracias al amor, ahora mi vida es un sueño”.
Geo, para sus íntimos, se crió en el ambiente rural de Jaca (Huesca) y, tras ahorrar un dinero trabajando como camarera se instaló en Madrid, empezó como dependienta de Gucci, donde se cruzó con Cristiano, “su príncipe azul”, el delantero que le cambió su vida. “Es un hombre super normal, maravilloso, el mejor futbolista del mundo”.
Nada más conocerlo, “empecé a sentir cosquillitas en el estómago, no quería ni mirarlo, me daba vergüenza”, dice Georgiona, quien asegura que cuando sus manos chocaron con las del futbolista, se entrelazaron de inmediato. “Sentí como si esas manos hubieran estado conmigo muchas veces, eran unas manos familiares que encajaban a la perfección”.
Cambió su vida. Llegaba al trabajo en autobús y volvía a casa en Bugatti. “Sé lo que es no tener nada. Y sé lo que es tener todo”, dice la modelo que no oculta sus orígenes humildes en los que un buen plan de verano eran “unos bocadillos y sandía”.
Las primeras veces que fue a casa de Cristiano se perdía, “intentaba ir a la cocina a por agua y, de repente no sabía cómo volver, tardaba media hora en encontrarlo de lo grande que es”, cuenta.
Amante de la moda, en el “reality” se ve como le abren las puertas del taller de Jean Paul Gaultier. Un viaje que hace acompañada de un par de amigos. “El jet me facilita mucho la vida”.
Fruto de su relación con Cristiano, en 2017 nació su primera hija, Alana, la cuarta hija del delantero y la primera en no ser concebida por gestación subrogada. Antes, habían nacido sus hermanos Cristiano JR (2010) y los gemelos Eva María y Mateo (2017). Ahora, esta pareja está esperando mellizos. “la paz que necesito está en casa con Cris, con nuestros hijos”.