La adversidad de una terapia para manos dio como resultado una maravillosa idea que llena de sabor los paladares de los caraqueños y de todo aquel que visite Lily´s Rolls.
lapatilla.com | Katerín García
El proyecto nació gracias a la terapia de manos que tuvo una madre venezolana para recuperar la movilidad en su extremidad tras sufrir un accidente, utilizando la cocina amasando para hacer en primer lugar rolls caseros, dulces y salados para familiares y amigos.
Poco a poco esta idea fue expandiéndose, hasta llegar a ser lo que hoy en día representa, una fábrica, donde por supuesto los rolls están presentes en presentaciones impensables, tal como lo es el de cazón, quesadilla y hasta de pernil.
Sin embargo, las empanadas tomaron su lugar y se posicionaron con más de 40 combinaciones en un espacio acogedor, donde el paladar se siente en casa. Con la particularidad de adaptarse a las peticiones de los comensales; por ejemplo, relató Darielys Herrera, que en una oportunidad recibieron el pedido de una empanada de masa de plátano, rellena con chorizo y queso blanco.
Darielys, junto a su madre padre y hermana llevan su negocio adelante, y resaltó que han atravesado todas las adversidades que se viven en Venezuela como lo es la escasez de productos, la inflación, la negativa de créditos por parte de los bancos, entre otros. Pero la esperanza de continuar en su país, crecer en él y mantenerse unidos han sido los ingredientes que han dado éxito a su idea.
Sin más preámbulos, les presentamos la fábrica de empanadas y rolls en Santa Mónica, Caracas.