Casi un año después de ser rescatada con 53 millones de euros, Plus Ultra sigue teniendo decenas de reclamaciones pendientes por cancelaciones de vuelo, retrasos,antelaciones, overbooking o problemas de equipaje. Algunas de ellas todavía por suspensiones de vuelos en el primer estado de alarma de marzo de 2020, cuando estalló la pandemia y las aerolíneas frenaron en seco durante meses su actividad. Una condición que sigue chocando a clientes y agencias de viajes, sabedores de la liquidez que inyectó el Gobierno a la compañía en marzo de 2020.
Por abc.es
Solo en la plataforma de reclamador.es, Plus Ultra tiene abiertos procedimientos por valor de 44.000 euros. Un tercio de este montante correspondiente al periodo entre marzo y diciembre de 2020. Mientras que
en el último año acumula más de 29.000 euros de reclamaciones todavía no atendidas. En el último trimestre, aseguran desde la firma, contienen hasta 30 demandas por distintos motivos.
Según esta compañía, Plus Ultra no se escuda en nada para no pagar las indemnizaciones o reembolsos pendientes, simplemente utiliza «la técnica del silencio por defecto». «Directamente no responde a los e-mails que se les ha mandado en más de un año. Ante ello, nos obliga a llevar a juicio los casos de sus clientes para poder obtener el dinero correspondiente». Solo por cancelaciones, aseguran, han recibido 119 peticiones desde marzo de 2020. Aunque cabe destacar, que la aerolínea ha reducido drásticamente su adeudo pendiente con los clientes, pues solo en la plataforma reclamador.es tenían demandados más de 155.000 euros en el momento en el que le aprobaron el rescate.
Pero lo cierto es que la indignación por las reclamaciones a la aerolínea continúa. Más cuando ha recibido 53 millones de fondos públicos. La compañía es consciente de ello. Incluso utilizó el argumento de la devolución de los billetes para desbloquear la llegada del segundo tramo del rescate (préstamo participativo de 34 millones) cuando el Juzgado de Instrucción nº15 de Madrid paralizó en verano la llegada del préstamo. En concreto, Plus Ultra alegó que «de los cerca de 50 millones de euros de pasivo de su balance , el pago anticipado de billetes de avión, y los acreedores comerciales, suponían un 80% por lo que una eventual situación de iliquidez de la compañía dejaría a dichos colectivos como principales perjudicados». Un argumento que compró el juez sustituto del juzgado madrileño para desbloquear la llegada del dinero, al estimar que mantener la suspensión de la ayuda «conllevaría un perjuicio a los pasajeros que han comprado billetes por anticipado y el resto de los acreedores». En este punto cabe destacar que, en caso de haber quebrado la compañía, los pasajeros pendientes de recibir el cobro de reclamaciones se hubieran convertido directamente en acreedores de Plus Ultra.
Además, la aerolínea también destacó en su plan de viabilidad mandado a la SEPI como parte del trámite para recibir los 53 millones de euros, que necesitaba las ayudas para hacer frente al importe de los vuelos cancelados. Para solventarlo la compañía también aseguraba haber definido una estrategia para devolver los importes de los billetes cancelados en bonos. Algo que no puede decidir la aerolínea, pues en caso de cancelación de vuelo, los pasajeros tienen derecho a recibir el 100% del importe pagado.
En las últimas cuentas disponibles de Plus Ultra disponibles en el Registro Mercantil y aprobadas por el consejo de administración en junio del año pasado, la empresa aseguraba que la estrategia de emisión de bonos estaba siendo todo un éxito «evitando así la salida masiva de fondos de caja para la realización de dichos reembolsos».
La que más reclamaciones tuvo en 2020
En el año de la pandemia, Plus Ultra fue la aerolínea en España que más reclamaciones registró en relación al número de pasajeros transportados, según el boletín anual que elabora la Agencia Estatal de la Seguridad Aérea (AESA). La compañía sufrió 502 reclamaciones y tansportó a 47.194 pasajeros, por lo que el ratio de requerimientos llegó al 0,784%. Aunque cabe recordar que en esta estadística no se tienen en cuenta todas las reclamaciones, ya que AESA solo admite a tramite aquellas que no hayan sido previamente cubiertas por la aerolínea.
Pero lo cierto es que el problema va más allá de Plus Ultra. Agencias de viajes y particulares llevan casi dos años denunciando la pasividad de las aerolíneas a la hora de efectuar los reembolsos de los vuelos cancelados desde el principio de la pandemia.
Pero como en el caso de la aerolínea vinculada a empresarios chavistas, especialmente molestos son los casos en los que las compañías han recibido ayudas públicas. Es también el caso de Air Europa, rescatada en noviembre de 2020 con 475 millones de euros. La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) y la Asociación Portuguesa de Agencias de Viajes (Apavt) denunciaron hace unos meses de que la filial de Globalia estaba devolviendo el dinero de los reembolsos «a cuentagotas». Como adelantó este periódico, en su página web corporativa, Air Europa reconoció que había gastado tres cuartas partes del rescate en seguir operativa, mientras no concretaba el porcentaje de las ayudas destinado a las devoluciones de los vuelos cancelados.
Solo en reclamador.es, hay más de 800 reclamaciones de cancelación de vuelo derivadas de la Covid-19 pendientes de pago por las aerolíneas. «Lamentablemente, retrasar el pago de las reclamaciones y forzar que se inicie un procedimiento judicial para reclamarlos apenas tiene consecuencias económicas para las aerolíneas, teniendo en cuenta que los intereses que pagan por esas cantidades son muy bajos», explica la directora de operaciones de esta plataforma, Ana Rodríguez.