La local Ashleigh Barty (1) afirmó durante la entrega de trofeos que es un sueño hecho realidad y que está muy orgullosa de ser australiana después de imponerse a la estadounidense Danielle Collins (27) en la final del Abierto de Australia.
La número uno mundial, que alcanzó la gloria por primera vez en su país natal, recibió el trofeo Daphne Akhurst de las manos de la leyenda australiana Evonne Goolagong, quien comparte sangre aborigen con la flamante campeona.
“Como australiana, lo más importante es poder compartir esto con la gente. Es uno de los públicos más divertidos y me habéis hecho jugar mi mejor tenis contra una campeona como Danielle. Es un sueño hecho realidad y estoy muy orgullosa de ser australiana”, dijo tras convertirse en la primera campeona local tras 44 años de sequía.
“Estos últimos años han sido muy duros para todos. Este torneo es una de las experiencias más grandes que he tenido. Estoy muy agradecida de tener mucho amor en mi esquina”, comentó en alusión a su equipo que contó con sus padres, su hermana y su marido.
La finalista Danielle Collins destacó “la variedad en el juego” de Barty que espera poder tener algún día.“Ella es increíble, la variedad en su juego también. Me gustaría poder implementarlo algún día. Estas dos semanas aquí han sido increíbles y estoy viviendo el sueño”, comentó tras caer en su primera final de Grand Slam.
“Este es el slam favorito para la mayoría de jugadoras y para mí también lo es”, agregó la estadounidense que convirtió en la primera jugadora en robarle el servicio a la australiana por partida doble en un partido por primera vez en el torneo.
EFE