El salario que percibe actualmente un profesor universitario en Venezuela es inversamente proporcional a la importancia que tiene su oficio. Tanto así, que algunos incluso se atreven a decir que están subsidiando a las casas de estudio, pues la remuneración no les permite cubrir ni siquiera lo que invierten para poder dar clases.
Por Javier A. Guaipo
Tirso García, quien acumula más de 25 años de labor en la Universidad de Oriente (UDO), en el núcleo de Anzoátegui, detalló que un educador gana en promedio 80 bolívares mensuales. Aunque hizo énfasis en que el monto variará dependiendo de qué lugar del tabulador salarial se ocupe.
“También nos dan una bonificación de Bs 46,00 por alimentación y transporte, además de otros Bs 45,00 como bono de ‘estabilidad macroeconómica’. Sumando todo eso y llevándolo al cambio en divisas, podemos notar que no alcanzamos ni los 40 dólares mensuales”.
El presidente de la Asociación de Profesores de la UDO (Apudo) precisó que poco más de la mitad de su sueldo lo gasta en pagar el servicio de internet satelital que tuvo que contratar para poder cumplir con las clases virtuales, en vista de que la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) no ha resuelto las fallas en su comunidad desde hace varios años.
“Quedaría un restante que no alcanza ni siquiera para la comida de una semana, y eso porque no tengo que agarrar transporte público a diario, sino fuera peor”, comentó.
Por su parte, Francisco Abad, profesor con más de una década de labor en la escuela de derecho en la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA), aseguró que su salario mensual apenas llega a los Bs 10,00, dado que cobra según las horas académicas que se le asignen.
“Dar clases en medio de esta crisis es más un servicio social obligatorio que una profesión. Nada que ver con la realidad de hace 15 años, cuando decir que eras docente universitario te daba estatus; hoy en día lo que te dan es un abrazo de pésame”, manifestó.
Ambos catedráticos coincidieron en que, para ellos, seguir en el oficio es su forma de aportar un granito de arena en pro del cambio profundo que necesita la sociedad venezolana. Cambio que, según dijeron, solo llegará a través de la educación.