Luego de las elecciones regionales en Venezuela, una lección quedó clara: el país quiere ver caras nuevas en la dirigencia. Líderes emergentes que traigan ideas frescas para renovar los partidos y, con ello, la lucha contra la dictadura.
Por: Politiks
En este contexto, un partido picó adelante y anunció un proceso de tres R: revisión, reorganización y relegitimación. En el marco del Encuentro Federal de Activistas, Voluntad Popular dijo que iban hacia la “reorganización y relegitimación de las autoridades del partido a fin de fortalecer la conducción política del país”.
Para conversar sobre el proceso que adelanta la tolda naranja, hablamos con Freddy Superlano, quién estará al frente de la Comisión de Revisión, Reorganización y Relegitimación de la organización.
La entrevista fue editada por motivos de extensión.
¿Por qué crees que el chavismo, a diferencia de 2016 donde jugó al desgaste, esta vez mató el revocatorio antes de nacer?
Son situaciones distintas. La del 2016, la de ahora y la del 2004. El chavismo ha perdido apoyo popular. En 2016, fueron sorprendidos por la derrota tan contundente de las parlamentarias, que terminó con dos terceras partes de la oposición en la AN y no decidían cómo enfrentarlo.
Inmediatamente, se inició un proceso de recolección de firmas. Ellos buscaron la manera de castrar la iniciativa del revocatorio ese año. Sin embargo, dejaron que corriera. En ese momento, evaluaban qué salidas buscar para parar el referéndum revocatorio.
Para este momento [2022], sí era más cantada la situación. Todo el mundo sabía que era lo que había en el tapete como salida política.
Ellos tenían mucho temor de que el revocatorio tomara fuerza. Tenían temor de que el revocatorio se convirtiera en un hito movilizador del pueblo venezolano. Tenían que matarlo y ejecutarlo lo más pronto posible.
Por eso lo hicieron de esta manera. Entendían el problema que podía significar el revocatorio en la calle. Ante esa circunstancia, no querían correr riesgo. Sobre todo después del riesgo que corrieron en Barinas el pasado 09 de enero, pensando que podían atropellar, comprar conciencias y hacer lo que quisieran. Y no les fue suficiente.
¿Crees que el chavismo temía que el revocatorio despertara la expectativa de cambio en los venezolanos?
Sí. El régimen está en una constante búsqueda de información sobre qué está pensando la gente, hacia dónde quieren ir. Al ciudadano de a pie le gustaba la idea del revocatorio. Yo creo que ellos tenían miedo de que esto cogiese volumen y se hiciera mucho más difícil de detener.
Con la muerte del revocatorio, ¿se perdió el impulso político y la esperanza que desató la victoria en Barinas?
No lo creo. Lo que se desató con Barinas fue el ejemplo tangible de que sí se puede. De que, más allá de la adversidad y los atropellos, del ventajismo, aún compitiendo con las propias reglas de estos señores, cuando la ciudadanía decide participar y hacerlo de manera masiva, no hay sistema electoral o amedrentamiento que pueda detenerla.
Creo que la gente cree que esto es una oportunidad. Ellos matan el revocatorio y la gente dice: “Bueno, ahora vamos a prepararnos para una nueva victoria como la de Barinas”.
Lo de Barinas fue un proceso organizativo. Recordemos que el 09 de enero lo antecede el 21 de noviembre. El 21 las fuerzas democráticas del estado estaban organizadas, unificadas, pero sobre todo motivadas.
Cuando nos roban la elección y no nos reconocen, lo que hizo fue que eso creció, se exponenció.
“Tenían temor de que el revocatorio se convirtiera en un hito movilizador del pueblo venezolano”
El venezolano hoy en día está viendo ese ejemplo con mucha cautela. Saben que ese ejemplo puede extrapolarse al país. Pero hay que hacerlo con mucha responsabilidad.
No creo que eso haya parado el impulso de lo que sucedió en Barinas.
Fuiste inhabilitado por el TSJ luego de haber triunfado en Barinas. ¿Qué evitará que esto ocurra en una elección presidencial si el candidato opositor resulta ganador?
La única manera que eso se evitaría sería con un acuerdo con reglas claras. La interrogante siempre va a estar en si la dictadura estaría de acuerdo en acordar algo así.
Si no hay un acuerdo, los factores democráticos vamos a todo riesgo de que después de ganar un candidato lo inhabiliten, que antes que sea inminente que va a ganar lo inhabiliten. Eso va a ser una situación que estará ahí latente. No vamos a poder evitarlo.
La única manera de que tú puedes blindar, pero ni siquiera puedes garantizarlo porque sino no fuese dictadura, es que lo hagas a través de un acuerdo con garantes internacionales. Como se ha planteado todo este tiempo en México.
¿Ves probable ese acuerdo? Digo esto porque el chavismo ha mostrado que no está interesado en volver a la negociación en México
Es probable si hay un interés que se le presente en el camino a la dictadura. Ellos dijeron muchas cosas de México. Que no iban a ir si no soltaban a Alex Saab, e igual terminaron yendo. Siempre dicen lo mismo y terminan yendo porque tienen intereses también.
El gobierno de Nicolás Maduro le ruega a los Estados Unidos que ahí está su Embajada, que se instalen ahí de nuevo, que vamos a hablar. Tienen un interés realmente en ser reconocidos.
“El 21 las fuerzas democráticas del estado estaban organizadas, unificadas, pero sobre todo motivadas”
Toda la mampara que montaron con la elección del pasado 21 de noviembre era con la intención de ganar credibilidad. Lo hicieron con personas que creían en eso, como por ejemplo Borrell de la UE. Trataron de ver cómo generaban un manto de credibilidad al sistema electoral y la separación de poderes.
¿Perdieron esa credibilidad matando el revocatorio?
Creo que la pierden con lo de Barinas y cuando matan el revocatorio. Creo que ellos quieren ir a la negociación con cada vez menos elementos por ceder. Por ejemplo, si hubiésemos ido a la negociación con un revocatorio vivo, entonces el revocatorio entra en la negociación.
“[El chavismo] tiene un interés realmente en ser reconocidos”
Ellos preferirían ir sin revocatorio a una negociación donde se apunte de entrada a 2024. Ellos tienen en su lógica que en estos dos años se logren levantar económica y políticamente mientras van rebanando a la oposición y todo lo demás.
Ellos van de entrada apuntando a 2024, que lo que podamos negociar vaya en función de esa fecha con la elección presidencial. Ya no se habla de elecciones parlamentarias, nos queda muy lejos la idea de una enmienda constitucional… entonces parece que todo va a confluir en ese evento electoral.
En Barinas, hubo líderes de la Alianza Democrática que se unieron al candidato Sergio Garrido. ¿Ve posible lograr esto a nivel nacional?
Eso se puede hacer con los cuadros medios. Fíjate lo que pasó en Barinas: los cuadros medios se movilizaron para apoyar la candidatura de la Unidad. Cuando analizas el 21N, la tarjeta de AD controlada por Bernabé Gutierrez tuvo cerca de 28.000 votos; el pasado 09 de enero sacaron menos de 3.000 votos.
La gente empezó a diferenciar que hay personas que se inscriben en una elección para que no gane el de oposición, no para ganar ellos, como fue el caso de Claudio Fermín.
Apenas a mi el TSJ me inhabilita y manda a repetir la elección, yo anuncio que la candidata es mi esposa, Aurora. Inmediatamente, todos los factores que no me apoyaron se fueron a decir que nos apoyaban. Todos: Avanzada Progresista, algunos factores de AD y COPEI…
“Ellos van de entrada apuntando a 2024, que lo que podamos negociar vaya en función de esa fecha con la elección presidencial”
Anuncian la candidatura de Claudio y las cabezas visibles de ellos, los que son jefes de partidos, regresaron, pero no sus cuadros. Sus cuadros se quedaron a apoyar a la MUD.
Hay factores que no van a unificarse, pero no significa que los cuadros de base y cuadros medios sí se puedan movilizar por un tema de conciencia que hay. Otros, que pueden estar menos comprometidos, como el caso de Avanzada Progresista y Fuerza Vecinal, Lápiz y otros partidos, es posible que tengan más cercanía a una propuesta nuestra de cara a un evento electoral.
Hace días la bancada de la Alianza Democrática votó en la AN 2020 a favor de un acuerdo para promover acciones desde la Fiscalía contra Guaidó y otros diputados. ¿Es posible la unidad con un sector que se une al chavismo para perseguir a la oposición?
Con reglas claras.
¿Cómo cuales?
La verdad es que hay que diseñarlas y pensarlas. Por ejemplo, unificarnos con tarjetas secuestradas es muy peligroso. Tú no sabes si [en una elección] la diferencia sea tan pequeña y cualquier jugarreta política de estos señores faltando horas o después de la elección diciendo: “Los votos míos se los totalicé a Maduro”.
Tiene que haber un compromiso. Yo veo muy difícil que con esos que votaron [en la AN] se logre acuerdo con ellos, pero no es insalvable. Hay factores que pueden estar de acuerdo con la metodología de escogencia de candidato y quieran apoyar y meterse en esto.
La política no es lineal y muchos de estos actores pueden cambiarse de acuerdo a las circunstancias y conveniencia. No significa tampoco que a todos los vayas a recibir. Tiene que haber una especie de tamiz, pero tampoco un sectarismo exacerbado. Debe haber una serie de tamices con los que te asegures que esa persona no te va a echar un “vainón” al final del día, que sea un caballo de Troya que nos metan dentro de la oposición.
Voluntad Popular anunció que va a un proceso de relegitimación interna. ¿En qué consiste este proceso?
Creo que hay ciclos que se cumplen y que en base a eso tienes que relegitimarte o relanzarte. Yo creo que la oposición venezolana, toda, necesita reencontrarse con sus banderas de lucha originales, con su dirigencia y refrescarse.
VP es un partido que planteó elecciones primarias desde antes de las parlamentarias del 2010. Hablamos de elecciones para escoger un candidato único e ir en una tarjeta única.
Nosotros no habíamos podido hacer elecciones internas porque la dinámica no nos ha permitido: un proceso de persecución, de encarcelamiento, que se ha dado. La gran mayoría de nuestros dirigentes nacionales, de renombre, voceros conocidos: Carlos Vecchio, David Smolansky, Freddy Guevara; exalcaldes como por ejemplo Warner, el de Maturín; dirigentes como el propio Leopoldo López, Roland Carreño todavía preso, Emilio Graterón en una embajada.
Hemos estado perdiendo vocerías importantes dentro del país, y las que siguen siendo vocerías es porque no están presos, no están en una Embajada o no están en el exilio.
Nosotros necesitamos generar un sistema para que, cuando un dirigente pierde esa capacidad, dentro de una estructura política seamos capaces de sustituirlo inmediatamente. Para eso es necesario un proceso de relegitimación. Que tenga legitimidad dentro de nuestros propios seguidores, militantes, simpatizantes. Eso es lo que está haciendo Voluntad Popular.
“Yo creo que la oposición venezolana, toda, necesita reencontrarse con sus banderas de lucha originales, con su dirigencia y refrescarse”
Es un proceso de revisión. Hay que ver qué tan bien o qué tan mal están nuestras estructuras políticas hasta las redes populares, los equipos parroquiales activistas, los equipos municipales de activistas, los equipos regionales y la Dirección Nacional.
La Dirección Nacional queda más golpeada por toda la persecución que se ha diseñado en los últimos años. Entonces toca hacerlo con esos cuadros que han permanecido, que han estado. Eso también tiene que revisarse: que su accionar político haya sido el más correcto, si se ha sometido a un proceso electoral, cómo te ha respondido también la gente a tu oferta, lo que has hecho. Revisar todos esos procesos.
Es un proceso de legitimación, que es lo que está buscando Voluntad Popular: hacerlo aguas adentro, y que ese proceso no pueda ser solamente un tema electoral. Es decir, la revisión, legitimación y reorganización de Voluntad Popular, tiene que ir acompañado también con la discusión programática, porque nosotros en este país desde hace mucho tiempo hemos dejado de hablar del problema de la agricultura para producir en este país y todo lo que eso significaba. También hemos dejado de hablar sobre el tema de la educación.
No podemos ser solamente una maquinaria electoral, sino que también debemos ser un partido político que tenga banderas de lucha. Tenerlas te sirve para captar seguidores, para estimular la lucha, que es lo que nosotros hemos estado haciendo desde hace mucho tiempo, más allá de la lucha por la democracia, más allá por la lucha de las libertades, también hay una lucha social que no hay que abandonar.
Este proceso sirve para ambas cosas: para la revisión interna, aguas abajo, de nuestros cuadros para la legitimación de los mismos que tengan una identidad clara con nuestros seguidores, pero también para arrear, refrescar y renovar también nuestras banderas de lucha.
“La revisión, legitimación y reorganización de Voluntad Popular, tiene que ir acompañado también con la discusión programática”
Así se está moviendo Voluntad Popular. Este es un proceso que debería tardar unos tres meses aproximadamente, calculamos nosotros. En los próximos días, esperemos estar anunciando al país: “Este va a ser nuestro proceso y lo vamos a llevar de esta manera”.
Ojalá esto también sirva para que otros factores políticos también lo hagan. Yo siempre he dicho que no hay mejor manera de enseñar que con el ejemplo, entonces bueno, legitimar la dirección política venezolana tiene que por supuesto iniciar desde los partidos, pero ojalá también entonces también exista una construcción de una política nacional.
Migrantes venezolanos mueren cruzando el Río Bravo y profesores universitarios son hallados muertos por deshidratación severa en sus casas en Venezuela. ¿Puede la ciudadanía esperar hasta 2024? ¿Los tiempos políticos son compatibles con la urgencia de los venezolanos?
No, yo estoy convencido de que no es así. Me da pena decirle a la gente que tenemos que prepararnos para 2024. La gente te pregunta: “bueno, ¿entonces qué hay que hacer?” Hay que ir a un proceso de organización, pero para irnos a la calle, para saber qué está pensando la gente, y cómo los acompañamos, porque la realidad, esta que tú mencionas, es mayor.
Si esperamos de aquí al 2024, no sé, nos vamos a morir de mengua. El tema no es esperar sino cómo esperar. El tema es qué nos planteamos en todo este tiempo para esperar las fechas. ¿Qué le decimos a los venezolanos? Cómo también pensamos en un proceso de organización externa de los venezolanos que se fueron del país, que van a terminar votando en esa elección.
“Me da pena decirle a la gente que tenemos que prepararnos para 2024”
Me parece irresponsable pararse en cualquier medio de comunicación y decir: hay que esperar hasta 2024, y de aquí allá hay que hacer esto. No, yo creo que hay que tener un proceso de acompañamiento con la gente en todo este tiempo para buscar salidas que generen presión para encontrar un mecanismo más expedito en el tiempo.
Es decir, que una elección se pueda adelantar, o sino que se pueda acordar, que pueda tener ciertas condiciones. Lo que tú no puedes decir es: “No, mira vale, no al revocatorio, no a esto, no a esto otro más, porque es hasta el 2024”. Eso me parece irresponsable. Así como también irresponsable creer que estamos preparados en este momento. Si la elección fuera mañana, no estamos preparados, la perderíamos.
Entonces, también es responsable decir: no estamos preparados todavía, tenemos que prepararnos. Pero eso no significa que yo me sienta a esperar a creer en el 2024, porque no hay más nada, cuando el éxodo es cada vez mayor. Te digo esto porque lo conozco también de muy cerca.
“Si la elección fuera mañana, no estamos preparados, la perderíamos”
Yo lo mencioné en mi intervención en la Asamblea Nacional el 23. Yo tengo una hija que cruzó ese mismo río, y lo cruzó con su hijo, con mi nieto, y me pongo en los zapatos de esa familia, que eso pasa todos los días. No es políticamente incorrecto ese mensaje, porque ese es un mensaje que nos hace a nosotros cómodos ante una realidad que atropella al pueblo de Venezuela y que tenemos que enfrentarla también, cueste lo que cueste, y tener las consecuencias que traiga.
Venezuela se acerca a un nuevo proceso electoral en 2024. Juan Guaidó anunció que la oposición tendrá un candidato unitario. Con sus líderes más destacados en el exilio, ¿Freedy Superlano aspirará a la nominación presidencial del partido naranja?
Mira, siento que eso es muy temprano decirlo, sobre todo porque mi condición ahora es de doble inhabilitado. Me inhabilitaron en 2019 y me volvieron a inhabilitar en 2021. Desconozco las causas y las razones.
Hay que dejar de personalizar el tema de la elección presidencial venezolana, porque eso trae serias consecuencias.
“Yo tengo una hija que cruzó ese mismo río [Río Bravo], y lo cruzó con su hijo, con mi nieto”
¿Qué significa, que vamos a votar por cualquier loco? No, significa que vamos a un proceso parecido al de Nicaragua: meterán presos, descalificarán a uno, inhabilitan al otro. Para eso tienes que tener muchas opciones y métodos que nos permitan escoger rápidamente para que cuando esto suceda, ya por lo menos tener varios escenarios dibujados.
Yo estoy presto para ayudar a cambiar esto. Yo soy un provinciano prestado para la política nacional. Soy una persona que acaba de ganar una elección en Barinas, que no reconocieron, y que ahora con su experiencia, con lo que pudimos hacer, fue tratar de extrapolar eso a nivel de país.
Decir eso me pone en riesgo de que me echen una vaina antes de tiempo, que ya lo han hecho, por cierto. Yo creo que nosotros debemos tratar de hacer es que salgan más Freddy Superlano del interior del país y te digo por qué: siento que en el interior la política se está viviendo de manera distinta, porque hay unas burbujas en el país, y una de esas es Caracas, donde no hemos podido impregnar de motivación, de necesidades, de ganas, de producir un cambio. Y la culpa es nuestra, la culpa no es de la gente.
¿Crees que los líderes del interior están más conectados con la urgencia de los venezolanos?
Creo que los líderes del interior tienen posibilidad de conectar con la Venezuela profunda, esa que desde hace mucho tiempo no se conecta con algunos líderes nacionales por “x” o “y” razón: pandemia, persecución, encarcelamiento, exilio.
Es necesario que esos liderazgos emerjan y tengan la oportunidad de conducir. Eso le da fortaleza inclusive a esa Venezuela Federal que todos queremos y deseamos.
Creo que la provincia ha venido ganando espacios desde hace un tiempo para acá en la conducción política venezolana, y eso me parece positivo, altamente positivo porque es una percepción de país con distintas ópticas, con visiones distintas que, a propósito de lo multicolor, de lo variopinto que es nuestra sociedad, nos ayuda a que eso pueda converger al final del día en una política que amalgame todo lo que queremos los venezolanos.
“Creo que los líderes del interior tienen posibilidad de conectar con la Venezuela profunda”
Volviendo a tu pregunta, creo que el hombre es a sus circunstancias, yo no diría que no ni tampoco diría que sí de tajo. Yo solo estoy prestado a esto y esperemos a ver cómo se dan las cosas. Y sí: tenlo por seguro que no me interesa serlo. No estoy aquí por serlo. Yo creo que también tenemos que derrotar esa ambición nos ha hecho mucho daño también: eso de creer que nos toca a nosotros porque sí, porque el Rey Arturo nos puso la espada aquí en el hombro, esa vaina es paja.
Primero pensemos en cómo salir de los tipos y luego cómo seleccionar a la persona que la gente te pida y quiera el día de mañana, porque la gente siempre coloca la recompensa antes que el objetivo y ahí es que nos perdemos.
Yo creo que el objetivo en este momento tiene que ser un tema de reorganización. Lo menos importante es el candidato. Habrá gente que me dirá: “Coño, Freddy. ¿Cómo es eso?”. No, sí, el candidato es el menos importante porque es que cualquiera de los candidatos que nosotros podamos acordar dentro del seno de la oposición, es mucho mejor que la clase política que nos gobierna.
Te apuesto que cualquiera de estos que escojamos el día de mañana respetará las instituciones y los mecanismos que establece la democracia y sus reglas, para darle paso a salidas políticas y democráticas.
“Primero pensemos en cómo salir de los tipos y luego cómo seleccionar a la persona que la gente te pida y quiera el día de mañana”
Por eso digo siempre que es mucho más importante salir de ellos que pensar en quién será la persona, el mesías, que esa es otra vaina que nos ha hecho mucho daño.
De fracasar la ruta electoral del trienio 2022-2024, ¿Qué alternativa tiene la oposición para presionar por un cambio político?
Es bien compleja, porque no ves más nada en el horizonte, no lo visualizas. Estos tipos lo que van a hacer en el Tribunal Supremo de Justicia es tratar de blindarse también para evitar cualquier tipo de enmienda electoral o cosa que se le parezca, lo cual nos deja a nosotros cada vez con menos posibilidades. Se trata de cerrar todos los mecanismos de posibilidades de cambio establecidos en la Constitución.
¿Esa enmienda del TSJ no podría ser tratada en México?
Sí, podría ser tratada en México, por supuesto que sí. Porque es que, parte de este problema acá no es el tema electoral meramente, y volvemos al caso de Barinas: en la elección no me reconocieron, punto. O sea, ¿quién dice que el Tribunal Supremo de Justicia, a través de sus salas saca otro conejo del sombrero de copas y dice, no vale, no se puede por esto?
Es imperativo que, antes de pensar en el acuerdo electoral, tiene que pasarse por el tema de separación de poderes, respeto a las instituciones y todo lo demás para que eso pueda pasar.
No es nada más tener unos rectores tres a dos. Porque al final del día terminan imponiendo la decisión que de Miraflores les mandan y ellos terminan ejecutando. Para el tecnicismo, es muy bueno. Para hacer posiciones es muy bueno, pero de fondo no resuelve nada. El tema con el Tribunal Supremo de Justicia es igual.
Si nos evitaran eso, si nos quitaran eso de acá al 2024, no me quiero imaginar ese desastre. Al día de hoy, no estamos seguros si el candidato a presidente del Gobierno es Maduro, porque también hay dudas, porque se dejan ver las costuras.
Si no es Maduro, ¿quién?
Cualquiera de ellos, lo cual puede puede ser peor. Cuando creíamos que habíamos salido de lo peor con Chávez, terminamos encontrando con algo peor todavía, como el caso de Nicolás. Puede ser peor Diosdado, peor Jorge Rodríguez, o cualquiera de estos carajos que ellos proponen.
Y el que pueda hacerlo bien de ellos, que pueda darle algo de respeto hacia las instituciones, si es que hay algo así en ese gobierno, ellos no lo dejarían pasar porque va en contra de la dirección de lo que realmente es su naturaleza.
“Antes de pensar en el acuerdo electoral, tiene que pasarse por el tema de separación de poderes, respeto a las instituciones y todo lo demás”
Si llegara el 2024 y esto fracasara y no hubiese salida, no sabría ni qué pensar ni qué decir. También hay que decir que es un ciclo electoral interesante porque en 2024, en la lógica o en la narrativa del oficialismo es la elección presidencial, y en el 2025 son las elecciones parlamentarias nacionales, gobernaciones y alcaldías, concejales, diputados regionales. Entonces es un ciclo importante que si lo matan, no sé qué escenarios se presentarían.
¿Eres optimista respecto al futuro de Venezuela?
Claro, soy totalmente optimista y por eso estoy aquí. Creo que nos hace falta una buena dosis de optimismo. Creo que nos hemos subestimado mucho, nos hemos autoflagelado mucho todo este tiempo, y creo que sí, sí es posible que lo hagamos. Al pueblo venezolano lo que le hace falta es una motivación. Yo soy de los que piensa que no hay un hito movilizador más poderoso en estos momentos en el país que ir en una elección en contra de Maduro.
“Si llegara el 2024 y esto fracasara y no hubiese salida, no sabría ni qué pensar ni qué decir”
Yo deseo que Maduro sea candidato, porque eso va a unificar con más poder o con más fuerza al país, y no te hablo de los factores políticos. La gente cree que la unificación tiene que tener unidad completa y eso no es así, eso es falso. Pero puede existir una unificación de propósito aguas abajo. Si esa unificación de propósito lo logramos concretar, es la única manera de parar a estos señores.
La única manera de parar eso es que suspendan la elección, que saquen al ejército a la calle, que le arrebaten el día de la elección o que no reconozcan los resultados pero no ganarían con votos, eso te lo aseguro.
Los que tenemos que prepararnos somos nosotros para tomar las decisiones correctas en el momento en que eso llegue, porque eso va a llegar. Yo estoy convencido de eso.