Las críticas contra el Gobierno talibán se multiplicaron este martes tras el arresto por parte de las fuerzas de seguridad de dos reporteros del canal de televisión afgano Ariana News, en un nuevo ataque a la libertad de prensa en Afganistán desde la toma de poder de los fundamentalistas el pasado 15 de agosto.
Los periodistas afganos Aslam Hijab y Waris Aslam fueron detenidos el lunes por los talibanes sin que por el momento se conozcan los motivos del arresto ni su paradero.
“Tanto sus familias como nosotros estamos tratando de encontrar el motivo del arresto de nuestros colegas, pero aún no hemos recibido ninguna información al respecto”, afirmó a Efe el jefe de reporteros de televisión de Ariana News, Ali Jawad Asghari.
El arresto de los reporteros fue condenado tanto por el sector periodístico como por organizaciones internacionales, que reclamaron su liberación y el respeto a la libertad de prensa en Afganistán.
El Centro por la Libertad de Expresión solicitó en un comunicado al Gobierno talibán que “libere de inmediato a los periodistas detenidos y que no suprima la libertad de expresión en Afganistán”.
La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) también señaló que el arresto de los periodistas por parte de las fuerzas de seguridad de los talibanes “es injustificable”, y agregó que tales medidas representan “una grave amenaza para el derecho a la libertad de expresión”.
“Los talibanes deben liberarlos incondicional e inmediatamente”, zanjó AI en Twitter.
Asimismo, la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) instó a los talibanes “a hacer público por qué detuvieron a estos reporteros de Ariana News y a respetar los derechos de los afganos”.
ATAQUE A LA PRENSA
Precisamente la UNAMA pidió la semana pasada al Gobierno talibán que no amordace la libertad de expresión de los medios de comunicación y periodistas con puntos de vista diferentes, después de que los fundamentalistas prohibieran una conferencia de prensa sobre la situación de los medios en el país.
Ante las críticas, el portavoz adjunto del Ministerio del Interior de Afganistán, Aqeel Jan Ezaam, aclaró a Efe que “este tipo de operaciones suelen ser realizadas por las fuerzas de inteligencia”, por lo que no dispone de información al respecto.
La llegada al poder de los talibanes el pasado 15 de agosto supuso un duro impacto para la libertad de expresión en Afganistán, según han reivindicado varias organismos locales e internacionales.
Una encuesta realizada a mediados de enero por el Sindicato Nacional de Periodistas de Afganistán (ANJU) denunció que el 95 % de los periodistas encuestados en las 34 provincias del país asiático aseguraron padecer falta de libertad bajo el régimen talibán.
Además, según un informe publicado el pasado diciembre por Reporteros Sin Fronteras (RSF) en colaboración con la Asociación de Periodistas Independientes de Afganistán (AIJA), desde el regreso de los islamistas más de 230 medios de comunicación cerraron en el país y unos 6.400 periodistas perdieron su empleo.
Todo esto supone un grave retroceso frente a los avances logrados durante las últimas dos décadas tras la caída en 2001 del primer régimen talibán, con el nacimiento de los medios de comunicación independientes como uno de sus mayores logros.
EFE