Ha resurgido un emotivo ensayo que brinda una idea de la mentalidad de la ex Miss USA, Cheslie Kryst, quien murió el fin de semana.
Por Independent
Encontraron el cuerpo de Kryst en la calle cerca de su casa en el lujoso edificio Orion de 60 pisos en la calle 42 en Midtown, Manhattan, el domingo por la mañana. Ella supuestamente se suicidó.
La presentadora de ExtraTV nominada al premio Emmy dejó una nota que dice que quería que todas sus pertenencias fueran para su madre, quien también fue Miss Carolina del Norte.
No se dio ningún motivo. Un mensaje en su página de Instagram publicado poco antes de su muerte dice: “Que este día te traiga descanso y paz”.
En un ensayo publicado por Allure en marzo de 2021, la abogada de 30 años y ex Miss Carolina del Norte escribió sobre los desafíos de envejecer a la vista del público.
“Cada vez que digo ‘voy a cumplir 30’, me estremezco un poco. A veces puedo enmascarar con éxito esta respuesta incómoda con emoción; otras veces, mi entusiasmo se siente vacío, como si fuera una mala actuación”, escribió Kryst.
“La sociedad nunca ha sido amable con quienes envejecen, sobre todo con las mujeres (se hacen excepciones ocasionales para algunas de las ricas y algunas de los famosas)”, continuó.
Cuando ganó la corona de Miss USA a la edad de 28 años, era la mujer de mayor edad en la historia en ganar el título, y señaló que era “una designación que incluso la brillante corona Mikimoto de US$200.000 en perlas y diamantes apenas podría alegrar a algunos fanáticos acérrimos del concurso, quienes de inmediato comenzaron a solicitar que se redujera el límite de edad”.
Ella escribió: “Una mirada sonriente a mis logros hasta ahora me da vértigo por sentar las bases para más, pero cumplir 30 se siente como un frío recordatorio de que me quedo sin tiempo para ser importante ante los ojos de la sociedad, y es exasperante”.
Kryst reflexionó: “Después de un año como 2020, uno pensaría que hemos aprendido que envejecer es un tesoro y que la madurez es un regalo que no todos pueden disfrutar”.
“Demasiados de nosotros nos permitimos ser medidos por un estándar que algunos se niegan severamente a desafiar y otros solo lo aceptan porque encajar e ir con la corriente es más fácil que remar contra la corriente”.
Ella continuó: “Luché en esta pelea antes y es la batalla que libro actualmente con 30”, escribió. “¿Cómo sacudo las normas inquebrantables de la sociedad cuando me enfrento al implacable paso del tiempo? Es la vieja pregunta: ¿Qué sucede cuando una fuerza ‘imparable’ choca contra un objeto ‘inamovible’?”.
La ex reina de belleza tiene un impresionante conjunto de credenciales académicas a su nombre, ya que obtuvo una licenciatura en derecho y un MBA al mismo tiempo de la Universidad de Wake Forest.
“Me uní a un equipo de prueba en la escuela y gané un campeonato nacional. Competí en un tribunal simulado, gané concursos de redacción, obtuve puestos en juntas ejecutivas locales, regionales y nacionales”, escribió Kryst.
“Casi me muero trabajando, literalmente, hasta que un periodo de ocho días en un hospital local desembocó en el desarrollo de una nueva perspectiva”, recuerda.
“Descubrí que la pregunta más importante del mundo, especialmente cuando se hace muchas veces y se responde con franqueza, es: ¿por qué? ¿por qué obtener más logros solo para obtener otra victoria? ¿por qué buscar otra placa, medalla o artículo en mi currículum si es por vanidad y no por pasión? ¿por qué trabajar tan duro para capturar los sueños que la sociedad me ha enseñado a querer cuando sigo encontrando solo el vacío?”.
Al reflexionar sobre sus victorias en los certámenes, comentó que ganó su título con un “cuerpo de cinco pies y seis con abdominales marcados” y una “cabeza de rizos naturales”, señaló “las chicas de certámenes se supone que son modelos altas y esbeltas, ponte el cabello abultado y camina de forma espectacular”.
“Mi desafío al ‘statu quo’ llamó la atención de los trolls, y no puedo decirles cuántas veces he borrado comentarios en mis páginas de redes sociales que tenían emojis de vómito e insultos diciéndome que no era lo suficientemente bonita para ser Miss USA o que mi musculatura era en realidad de un ‘cuerpo de hombre’”, escribió.
“Y eso fue solo mi apariencia. Mis opiniones, por otro lado, fueron suficientes para hacer que los fans de los certámenes tradicionales pegaran el grito en el cielo”, agregó Kryst. “Se supone que las mujeres que compiten en certámenes tienen una opinión calmada, si es que la tienen, para no ofender”.
“Hablé con franqueza de mis puntos de vista sobre la legalización de la marihuana, las políticas de inmigración de la Administración Trump, las leyes contra el aborto, la confirmación de la jueza Amy Coney Barrett y los éxitos y fracasos de la reforma de la justicia penal”, escribió.
El ensayo de Kryst termina con cómo pasó su 30 cumpleaños en su apartamento “desfilando con una blusa de seda negra, shorts cortos a juego y una bata hasta el suelo mientras devoraba un pudín de plátano e ignoraba las llamadas de cumpleaños”.
Ella agrega: “Incluso llevé mi corona alrededor del departamento la mayor parte del día sabiendo que tendría que devolverla al final de mi reinado como Miss USA. Hice lo que quería en lugar de lo esperado”.
Kryst concluye: “Ahora entro en el año 30 en busca de alegría y propósito en mis propios términos, y eso se siente como mi propia y dulce victoria”.