Para un científico español, hoy es más fácil sobrevivir al cáncer que rendirse ante la enfermedad

Para un científico español, hoy es más fácil sobrevivir al cáncer que rendirse ante la enfermedad

Para un científico español, si viviéramos lo suficiente, todos tendríamos cáncer

 

Carlos López-Otín es un catedrático en el área de bioquímica y biología molecular en el departamento de bioquímica de la Universidad de Oviedo. Se trata de uno de los 10 científicos europeos con mayor impacto en el análisis de los secretos moleculares del cáncer y del envejecimiento. Acaba de publicar su libro Egoístas, inmortales y viajeras, con el que busca dilucidar cuáles son las principales claves del cáncer, así como los nuevos tratamientos. En una reciente entrevista con ABC de España explicó cómo, por primera vez se puede decir que es más fácil sobrevivir al cáncer que sucumbir a él.

Por infobae.com

“Hay algunos tipos de tumores en los que esta balanza no está inclinada en términos favorables, pero en términos globales sí. Y esto es una marea creciente que no va a cambiar hasta que se llegue a la cronificación de la mayoría de tumores. Esto no significa que vayamos a erradicar el cáncer o que tengamos a la vista una cura universal. No, no la veo. El cáncer forma parte de nuestra esencia molecular, surge de nuestros defectos moleculares y mientras haya vida habrá cáncer”, dijo el científico.

A su vez, explicó a Infosalus que, de la misma manera que no conoce a nadie inmune al envejecimiento, tampoco cree que exista alguien inmune al cáncer de manera radical. “Si viviéramos lo suficiente creo que todos tendríamos cáncer. Todos es todos. Puede haber alguna excepción, una persona que ha tenido la suerte de heredar las variantes genómicas más potentes para defendernos del cáncer. Todos podemos tener cáncer y para no ser clientes tempranos debemos insistir en las medidas preventivas”, dijo.

Con relación a por qué se padece de cáncer, López-Otín aclara que todo es consecuencia de la evolución, que no solo dejó la posibilidad de tenerlo como un producto secundario sino también se ocupó de proporcionar centenares de genes cuya función, directa o indirecta, no es otra que la de protegernos del cáncer.

Es por eso que se refiere a los llamados genes supresores tumorales, no descubiertos hasta hace tres o cuatro décadas. “Estos genes nos ayudan pero a nadie le toca la lotería del genoma completamente en este sentido. Luego todos tenemos la posibilidad de tener cáncer”, agregó.

Para el científico español en el futuro podrían mejorar y generalizarse los dos pilares más recientes del conocimiento del cáncer: la inmunoterapia y el desciframiento de genomas. Esto posibilitaría conocer las mutaciones y los daños generados por un tumor concreto y para eso hay que descifrar cada tumor de cada paciente. “Nos va a permitir también entender cuáles son las claves de los agentes etiológicos. Hoy seguimos preguntándonos qué causa el cáncer porque solo conocemos unos cuantos agentes tóxicos, como el alcohol, el tabaco o el sol. Podemos descifrar las huellas que dejan los agentes mutagénicos en el genoma”, dijo López-Otín.

Cuáles son las características de las células malignas

El nombre de su último libro determina las características de las células tumorales malignas como egoístas, inmortales y viajeras; algo que marca una diferencia con las células sanas que se encuentran en el cuerpo.

“El cáncer surge de nuestras imperfecciones, se nutre del azar, del ruido molecular, de las toxicidades ambientales, de la entropía que gobierna el universo; y el nutrirse de todo esto conduce a que una célula acumule algún tipo de daño, primero en el genoma, y luego en otros lenguajes, de forma que estas células se vuelven egoístas y adquieren la capacidad de crecer y de dividirse ininterrumpidamente”, dijo.

El especialista español hace hincapié en que el cáncer no se puede curar con medicina alternativa, ni con dietas concretas, ni con emociones positivas, ni con pócimas extrañas. “No me gusta cuando se dice que se ha curado el cáncer de determinada persona o se ha vencido, no utilicemos metáforas bélicas. Se tienen que dar muchos pasos antes de poder afirmar que se ha vencido un cáncer. No vale solo con desearlo para curarlo. Tampoco me gusta cuando se publican dietas para vencer el cáncer. He revisado todas las dietas relacionadas con el cáncer, no hay ninguna que sirva, pero sí ayudan a potenciar el efecto de la quimioterapia o la inmunoterapia. ¡Claro que ayudan!. Igual que ayuda tener un buen psicólogo o soporte emocional. Pero ni un abrazo ni el pensamiento positivo te cura. Necesitamos que funcione la medicina y la ciencia y rodearla de argumentos que puedan ayudar, sin caer nunca en las exageraciones ni en las falsedades”, señaló.

Asimismo aclaró que este grupo de enfermedades se cura con el conocimiento de las claves moleculares y celulares, que contribuyen a generar estas tres propiedades que las células normales no tienen. Cuando le consultan sobre la posibilidad de llegar a ver algún día la cura del cáncer no duda en afirmar que, “al no ser una única enfermedad, sino más de 200 distintas, y formar parte de nuestra esencia molecular (cualquier organismo pluricelular la tiene), no lo desalojaremos mientras haya vida con soporte biológico”.

Con respecto a la inmunoterapia explicó que se ha visto que es capaz de curar el melanoma y cómo actúan los linfocitos T educados para atacar a las células tumorales. En ese sentido indicó que ha funcionado bien en algunos linfomas y leucemias. En el resto, el margen de mejora también es bastante positivo. A pesar de esto, aún existen tumores que no son sensibles a este tipo de tratamientos.

“La forma más revolucionaria para reducir a la mitad la incidencia del cáncer es esta: evitar la malnutrición, promover hábitos saludables y ejercicio físico y eliminar todo foco de toxicidad, incluyendo la toxicidad humana”, concluyó.

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