Detienen en España al ‘Rambo gallego’ tras fugarse de la cárcel hace casi un año

Detienen en España al ‘Rambo gallego’ tras fugarse de la cárcel hace casi un año

La imagen del delincuente más buscado de Galicia refleja diez meses de penurias y supervivencia en un monte solo, sin apenas comida y expuesto a temperaturas bajo cero. Cuando Alfredo Sánchez Chacón, de 63 años, fue sorprendido por unos vecinos de Valdoviño -que asistieron a un agente de la Guardia Civil en su detención- en plena madrugada llevaba encima la mochila que lo acompañó durante una fuga que solo se resolvería «con paciencia». Los investigadores que estaban tras su pista esperaron a que este hombre, apodado el ‘Rambo gallego’, cometiese un error. Era el camino más corto para dar con un criminal que recibió formación militar en el Batallón de Operaciones Especiales de la Legión en la década de los 80 y que ya había protagonizado otras fugas de película.

Por abc.es





Capaz de mimetizarse con el entorno para no ser descubierto, y con un día a día itinerante, la necesidad de robar en casas para alimentarse se convirtió en el talón de Aquiles de Sánchez Chacón, cuyos hurtos permitieron trazar la ruta de su huida hasta cercarlo en un monte de la parroquia de Loira donde los vecinos llevaban días convencidos de que el famoso reo andaba acechando sus viviendas. Fue la alerta ciudadana la que puso a los agentes sobre la pista de un preso que no regresó de un permiso cuando solo le quedaban tres años para cumplir la pena impuesta por el asesinato de de un tiro en la cabeza de un joven con el que se cruzó en una cervecería de Pontevedra en 1996. Cometió el crimen delante de una veintena de personas, siguiendo la filosofía de «un hombre, una bala» que mamó en su formación como soldado.

Durante el juicio de 2001, momento del que datan las últimas imágenes que se conservaban de él, el tribunal estimó que Chacón —de padre guardia civil— era una persona con una carácter «marcadamente antisocial», pero sin atenuantes mentales que justificasen su actuación. De ahí que lo condenasen a 17 años de prisión, una setencia que él no llegó a escuchar porque, fiel a su forma de vida, se negó a estar presente en la lectura del veredicto después de tachar al tribunal que lo juzgó como una «farsa». Tras su encarcelamiento, la leyenda del ‘Rambo gallego’ se desvaneció, incluso cuando en marzo del pasado año las alertas por su última fuga se activaron. Pasaron meses hasta que llegaron las primeras denuncias vecinales, que reseñaban que la persona que estaba entrando en sus casa solo se llevaba alimento y bebida. Ni el dinero ni las joyas le interesaban, porque en el monte son objetos carentes de valor.

Primera noche bajo techo

Su pericia para colarse en las cocinas y salir con la mochila llena quedó en evidencia en varias ocasiones, cuando algunos vecinos lo escucharon, delatado probablemente por la torpeza de sus movimientos. Tampoco jugaba a favor del sexagenario la cojera por la que varios lugareños creyeron identificarlo y pese a la que fue capaz de moverse en un entorno muy hostil para cualquiera que no cuente con formación. También fue visto por un cazador, que avisó de que estaba acampado, pero cuando regresaron al lugar ya no había ni rastro de él. La detención en plena madrugada de Chacón devuelve la paz a una comarca que el detenido conocía como la palma de su mano y que se convirtió en su guarida durante casi un año. Anoche, el ‘Rambo gallego’ volvió a dormir bajo techo, el de prisión.