El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, condenó este viernes 4 de febrero que el caso de tortura sistemática y posterior asesinato del capitán de Corbeta, Rafael Acosta Arévalo, se resolviera en tribunales con la condena de dos funcionarios de bajo rango en la inteligencia chavista.
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“Simulación de justicia, no es justicia y eso lo sabe la Corte Penal Internacional”, comentó Guaidó en sus redes sociales, luego de la sentencia que ordenó 30 años de prisión para dos exfuncionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
“A Acosta Arévalo lo secuestraron, privaron ilegítimamente de su libertad y su familia, lo torturaron hasta la muerte, lo presentaron en silla de ruedas en un tribunal militar para enviar el mensaje a la Fuerza Armada”, enfatizó Guaidó.
El líder democrático recordó que desde la cúpula militar y judicial chavista “siempre mintieron, como con Fernando Albán, Juan Pablo Pernalete y los casos que señalan al régimen como criminales de lesa humanidad”.
Guaidó le envió un claro mensaje a los ejecutores de tales delitos: “Deben entender que los que les dan órdenes los señalarán”.
Por último, recordó que la “no repetición, reparación y justicia solo son posibles con independencia de poderes”.