El Tribunal Superior de Justicia de Ontario ordenó el viernes la partida de manifestantes antimedidas sanitarias que paralizan un eje fronterizo mayor con Estados Unidos desde hace varios días, un bloqueo que llevó a Washington a interpelar al gobierno de Justin Trudeau.
“Orden aceptada. El juez decidió que los manifestantes debían partir antes de las 19H00” locales (00H00 GMT del sábado), tuiteó Drew Wilkins, alcalde de Windsor, la ciudad canadiense que conecta con Detroit (Estados Unidos) a través del puente Ambassador.
El cierre, desde el lunes, de este eje fronterizo mayor generó perturbaciones para la industria automóvil de ambos lados de la frontera.
Washington presionó el jueves al jefe de gobierno canadiense para que empleara “poderes federales” para disolver los bloqueos. Y el viernes, durante una llamada telefónica con Trudeau, el presidente estadounidense, Joe Biden, evocó directamente “las serias consecuencias” del bloqueo para la economía.
Más del 25% de las mercancías exportadas entre Estados Unidos y Canadá transitan por ese paso fronterizo.
Horas más tarde, Trudeau indicó que “las fronteras no pueden y no permanecerán bloqueadas”, prometiendo intensificar la represión policial.
Aunque declaró que “todas las opciones” están “sobre la mesa”, el primer ministro también precisó que, por el momento, no está dispuesto a desplegar a los militares. “Es una solución de último, último, último recurso”, destacó.
El viernes por la mañana, el primer ministro de la provincia de Ontario, el conservador Doug Ford, declaró el estado de emergencia.
“Tomaremos las medidas que sean necesarias para garantizar la reapertura de la frontera. Y a los asediados residentes de Ottawa les digo que nos aseguraremos de que puedan volver a la vida normal lo antes posible”, afirmó durante una conferencia de prensa.
Otros dos pasos fronterizos permanecen bloqueados: el de Emerson, que conecta la provincia de Manitoba con el estado de Dakota del Norte en Estados Unidos, y otro en la provincia occidental de Alberta.
– Falta de liderazgo –
Esta presión de Estados Unidos sobre Trudeau se une a la de los partidos canadienses de la oposición, que acusan al primer ministro de inacción.
Trudeau debe “actuar para que esto cese pacífica y rápidamente”, dijo Candice Bergen, jefe interina del Partido Conservador.
“Es inaceptable que un país del G7, uno de los países más poderosos del mundo, no actúe, no muestre liderazgo para arreglar esta situación”, denunció Jagmeet Singh, jefe del Nuevo Partido Democrático (NPD).
“El problema es que al inicio Justin Trudeau echó gasolina al incendio al equiparar a todos los manifestantes, y luego se quedó en silencio durante cinco días y ahora no parece tomar sus responsabilidades”, explicó Daniel Béland, politólogo de la Universidad de McGill en Montreal.
– Manifestación esperada el sábado –
En las calles de Ottawa, la vida tal y como se estableció desde hace dos semanas en el monte parlamentario se mantenía intacta el viernes, observó una periodista de la AFP.
En medio de los camiones estacionados frente al Parlamento, cuyos parabrisas desbordan de dibujos de niños y cartas de apoyo al movimiento, los manifestantes vienen a tomar un café o el almuerzo de mediodía.
Matt Lehner, quien colgó una bandera canadiense en el extremo de su palo de hockey, dice “no estar inquieto”. “Defendemos nuestras creencias, no infringimos ninguna ley”, indicó a la AFP, sentado en un asiento plegable ante el Parlamento, a la espera de “miles” de canadienses que quieren unirse a ellos el fin de semana.
“Somos pacíficos. No estamos aquí para mostrar odio, queremos recuperar la libertad de elegir”, dijo a la AFP Jessika Dusseault, de 34 años. Esta conductora de autobús se instaló con su esposo, también chofer, sus dos hijos y su perro en un calle bajo las ventanas del primer ministro, en la capital canadiense.
Y Ottawa espera un nuevo flujo de manifestantes el sábado, que prometieron también protestar en otras grandes ciudades canadienses como Montreal o Toronto, y en otros países, como Francia o Bélgica.
Miles de manifestantes contra las medidas anticovid se dirigían de hecho el viernes desde varios puntos del país hacia París, pese a las advertencias de las autoridades que quieren impedir todo bloqueo.
Inspirados en la movilización en Canadá, los organizadores denuncian el pasaporte sanitario que entró en vigor el 24 de enero y se reclaman como parte de los “chalecos amarillos”, movimiento de protesta popular de 2018-2019 iniciado en respuesta a un alza del precio de la gasolina, que derivó en una revuelta contra el presidente Emmanuel Macron.
AFP