Solo la firmeza en las acciones detendrá a la dictadura criminal, no existe otra vía, la cohabitación conduce a una mayor dominación de la sociedad. Las herramientas de los verdugos son el hambre y la violencia, sumándose a la persecución, la cárcel y la tortura. La ruta de la liberación no va por la recomposición del TSJ, instrumento degenerado y menor del régimen que lo utiliza como pura fachada, es un actor secundario sin ninguna autonomía.
El cerco se estrecha cada día, la idea es hacerte lo menos posible libre, en no darte respiro y mantenerte siempre contra la pared. El bien común queda afectado y postergado con cualquier intervención de la corporación criminal. Pretenden mantener a la sociedad desarticulada. Empuñemos la vida siempre, sorteando los obstáculos y sin decaer. Haciendo cada quien lo que debe hacer, tengamos la seguridad que contribuiremos con un mundo mejor. El trabajo político demanda nuclear a la gente, organizarla y responder a sus necesidades.
Nos tienen condenados a una Venezuela fragmentada con ausencia de Estado, en medio de un permanente fuego cruzado. Notamos desplazamientos continuos en los barrios y sobre todo en el interior, forzados por la delincuencia y su provecho económico. El control es de naturaleza criminal. El país no se arregló ni se arreglará con un régimen delincuencial colonizando a las comunidades. El terror rojo se mantiene con el crimen que penetra e infiltra todas las estructuras.
Qué vergüenza con los devaluados y adulantes cohabitadores empresarios. Se estrellaron y caen ahora tardíamente en cuenta que con la arbitrariedad jamás será posible un sistema de libre mercado, basta comprobar el reciente cerco tributario. Se han cansado de proclamar los hampones en el plan de la patria que son revolución y no gestión de gobierno.
No nos acompleja la adversidad, vence el que persevera. Comencemos por la familia. Para Chesterton una familia fuerte es como un Estado independiente. Resistiremos al pensamiento único dominante, aunque nos ataquen por aire, mar y tierra. No permitamos que nadie nos silencie. La vida es una lucha sin tregua. Dios capacita a los constantes.
Palmo a palmo la corporación criminal destruye el país y lo fragmenta, la deforestación en el sur alcanza el equivalente de 40.000 campos de fútbol. Debemos cuidar la naturaleza que Dios nos ha dado como ámbito para desplegar una vida digna de ser vivida. La naturaleza nos sirve y nos cuida. Hemos de protegerla y quererla. Vivimos porque ella nos mantiene. Somos nosotros y nuestro hábitat. Cuidémonos.
La estética y la política, según el filósofo Erik del Búfalo, revelan a los observadores los exteriores de unos decadentes estilos de vida, pero la degradación mayor de estos tipos humanos se produce en el espíritu, que es invisible como el alma, pero enorme como un tepuy.
¡Libertad para Javier Tarazona! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!