La reina ha posado para miles de fotografías desde que asumió el trono en 1952.
Por The Mirror
Traducción libre al castellano por lapatilla.com
Pero según su modista real, Ángela Kelly, había una pose en la que siempre había anhelado que la retrataran, pero nunca se le permitió.
Ángela reveló que quería una foto tomada en una pose más informal, como con las manos en los bolsillos, pero la Reina Madre y la Reina Consejera siempre le habían pedido que no lo hiciera porque “no eran adecuadas para el ojo público”.
Pero Ángela, que conocía el “deseo secreto” de la Reina desde hacía varios años, tuvo una idea inteligente que lo haría realidad.
Escribiendo en su nuevo libro El otro lado de la moneda, Ángela lo reveló todo.
Ella dice: “Me preguntaba si podría tener una maravillosa oportunidad de hacer realidad el deseo de la Reina”.
Nerviosa, le preguntó a la Reina si “le haría un favor” y posaría con las manos en los bolsillos para una imagen en el libro, informa Hello!.
Ella dijo: “La Reina me miró con asombro cuando le pregunté si conocía las implicaciones de las fotografías”.
“Ella no tardó en responder: sí, lo haría y, sí, estaba segura”.
Ese día, Su Majestad estaba más que preparada para el desafío.
Cuando el fotógrafo Barry Jeffery comenzó a hablar con la Reina sobre sus planes para la sesión, Ángela dice que la Reina levantó la mano “respetuosamente” para decirle que sabía exactamente cómo lo estaba haciendo.
Ángela escribe: “Su Majestad tomó su posición frente a la lente y comenzó a adoptar una serie de poses, metiendo y sacando las manos de los bolsillos y colocándolas en las caderas, imitando las posturas de una modelo profesional.
“Me quedé incrédulo: la Reina posaba de forma natural y sentí que estábamos experimentando algo realmente especial: un momento que nunca se repetirá”.
Cuando se trataba de elegir qué imágenes incluir en el libro, Ángela dijo que la Colección Real no permitiría que se usaran algunas de las tomas más sinceras, ya que “derribaría a la Monarquía”.
Ángela también compartió una serie de otros secretos en su libro, como la extraña historia de fondo sobre el vestido de bautizo.
El vestido es una réplica exacta de la intrincada pieza de encaje y satén que han usado todos los bebés reales de la familia desde 1841.