Un capitán retirado de la Marina de los EE. UU. declarado culpable de violar a niños camboyanas fue sentenciado a 210 años en una prisión federal luego de ser juzgado y condenado por segunda vez por nuevos cargos.
Por New York Post
Micheal Joseph Pepe, de 68 años, ha estado bajo custodia federal desde 2007, pero fue sentenciado el lunes por agredir sexualmente y drogar a sus víctimas, que tenían entre 9 y 12 años en el momento del abuso.
El juez federal de distrito Dale S. Fisher calificó el lunes las acciones de Pepe como “monstruosas” y “horribles” y agregó que lo que Pepe les hizo a las niñas preadolescentes fue una “tortura”.
Pepe fue arrestado inicialmente en Camboya en 2006 y fue declarado culpable dos años después de un estatuto federal que castiga a los ciudadanos estadounidenses que viajan al extranjero para tener relaciones sexuales con menores.
Las jóvenes víctimas fueron trasladadas en avión a los EE. UU. y testificaron con la ayuda de un intérprete.
Pepe, que vivía en Oxnard, California, trabajaba a tiempo parcial como profesor en una universidad de Camboya cuando fue arrestado por funcionarios locales en junio de 2006, dijeron los fiscales.
Aunque fue condenado en 2008, Pepe no fue sentenciado hasta 2014 por una polémica que fue revelada por la fiscalía.
Después de que Pepe fuera condenado en el primer caso, los fiscales descubrieron y le revelaron al juez que la intérprete Ann Luong Spiratos y Gary J. Phillips, un agente especial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, estaban en una relación, según Los Angeles Times .
La controversia pospuso la sentencia de Pepe luego de que los abogados defensores cuestionaron si Spiratos proporcionó una interpretación sesgada de los testimonios de las víctimas para ayudar a la acusación.
Finalmente, un juez determinó que si bien la relación sexual entre el intérprete y el agente de ICE fue inapropiada, el juicio se llevó a cabo de manera justa.
El caso de Pepe dio otro giro en 2018 cuando la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU. revocó su condena después de que un panel dividido encontró que los fiscales no demostraron que el exmarine estaba “viajando” cuando agredió a las niñas. Pepe afirmó que había estado viviendo en Camboya desde 2003.
Los fiscales decidieron volver a juzgar el caso en agosto de 2021 y esta vez acusaron al exmarine de dos cargos de viajar a un país extranjero con la intención de participar en una conducta sexual ilícita y dos cargos de abuso sexual agravado de un niño.
Durante el juicio de siete días, las ocho víctimas testificaron por segunda vez sobre cómo Pepe las violó y drogó en su recinto en Phnom Penh cuando eran menores de edad.
Los fiscales también presentaron pruebas de que Pepe tenía en su poder pornografía infantil “casera”.
En la sentencia del lunes, Fisher dijo que “no había justificación para una sentencia que permitiría que (Pepe) saliera de prisión”.