El expresidente de Bolivia Carlos Mesa instó este jueves a la exmandataria interina Jeanine Áñez a suspender la huelga de hambre que inició hace nueve días en prisión al considerar que su vida está en riesgo por esa medida.
Mesa (2003-2005) hizo este pedido ante los medios en las puertas de la cárcel en La Paz donde se encuentra recluida Áñez desde hace once meses, a donde fue con la intención de visitarle a solicitud de los familiares de la exmandataria transitoria, aunque no se le permitió ingresar.
“Le quiero pedir respetuosamente a la expresidenta Jeanine Áñez que levante la huelga de hambre. Está poniendo en riesgo su vida y ella tiene que tener la esperanza de la vida como tal, la esperanza de que se haga justicia y de que quienes estamos aquí afuera pelearemos por que se haga justicia”, manifestó el exmandatario.
El también periodista e historiador sostuvo que “nadie está diciendo que no se someta a un juicio”, pero si se instala ese proceso, que sea “en condiciones de equilibrio” y con un órgano judicial y un Ministerio Público independientes, algo que actualmente “no existe”.
Mesa tuvo un emotivo encuentro con la hija de Áñez, Carolina Ribera, quien había pedido horas antes que los expresidentes visiten a su madre para verificar su estado de salud.
El exmandatario acusó al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) de usar las cárceles “como un espacio de acción de terrorismo de Estado, de amedrentamiento” y consideró que el oficialismo “lo que quiere es un trofeo de guerra” y “cebarse en la expresidenta para la vendetta”.
También reiteró que Áñez “está detenida ilegalmente” y aseguró que se le acusa sin sustento y con “cargos inventados” por un “supuesto golpe de Estado”.
A su juicio, el que se le impida visitar a la expresidenta interina es “una muestra flagrante” de que el poder Judicial está “secuestrado por el Ejecutivo”, algo que comentará en la reunión que sostendrá con el relator especial de las Naciones Unidas para la Independencia de Jueces y Abogados, Diego García-Sayán, de visita en Bolivia.
LOS ANTECEDENTES
Áñez está encarcelada desde marzo de 2021 por procesos iniciados a instancias del oficialismo referidos a la crisis de 2019, que para el Gobierno de Luis Arce y sus partidarios fue un “golpe de Estado” contra el entonces presidente Evo Morales.
La exmandataria interina, que inició su huelga de hambre ante el inicio de uno de los juicios en su contra, sufrió este jueves una descompensación mientras se desarrollaba una audiencia en la que iba a volver a solicitar su libertad.
Durante su detención, Áñez ha sufrido varios problemas de salud como una crisis por hipertensión arterial, depresión y en una ocasión se autolesionó el brazo manifestando que ya no quería vivir.
La oposición ha criticado la celeridad con la que en la víspera el Régimen Penitenciario proporcionó atención médica al exjefe antidrogas Maximiliano Dávila, investigado por presuntos vínculos con el narcotráfico, frente al tiempo que suelen tomar las solicitudes de atención médica fuera de la cárcel hechas por la familia y defensa de Áñez.
Al respecto, Mesa cuestionó que “aquí hay una justicia para unos y una injusticia para otros, un trato especial para unos y un trato denigrante y de violación de derechos humanos para otros”.
EFE