El ejército ucraniano y los separatistas prorrusos se acusaron mutuamente el viernes de nuevos bombardeos en el este del país que violan el alto en fuego en vigor en esta región azotada por el conflicto desde 2014.
Estos ataques se producen en un momento de gran tensión por una posible invasión rusa de este país. Las autoridades ucranianas señalaron 20 violaciones al alto el fuego por parte de los separatistas prorrusos este viernes.
Por su parte, los rebeldes prorrusos informaron de 27 disparos por parte del ejército ucraniano.
El jueves, un obús cayó en una guardería de niños en la localidad de Stanytsia-Luganska (este) cuando los menores se encontraban en el interior, pero no hubo víctimas. Según el ejército ucraniano, un total de 32 obuses cayeron en la ciudad el jueves.
Rusia fue acusada el jueves por Ucrania, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, de intentar avivar el conflicto en esta región y usarlo como pretexto para una invasión.
Según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europea (OSCE), el alto el fuego se violó 189 veces el jueves en la región de Donestsk y 402 en la de Lugansk, ambas en el este de Ucrania.
El despliegue de más de 150.000 soldados rusos -según Estados Unidos- en la frontera con Ucrania ha provocado una grave crisis entre Moscú y los países occidentales. Rusia asegura que no quiere invadir Ucrania, pero exige garantías para su propia seguridad que, según los occidentales, son inaceptables.
Desde 2014, más de 14.000 personas han muerto en este conflicto y más de 1,5 millones han tenido que abandonar sus casas.
Los acuerdos de paz firmados en 2015 en Minsk permitieron instaurar un alto el fuego y reducir considerablemente los enfrentamientos, aunque siempre ha habido violencias esporádicas en la línea de frente. AFP