Casi dos semanas han pasado desde que el director de Servicios Generales, Luis Castro Milano, y Gladys Rodríguez, secretaria general del Sindicato de Obreros de la Universidad de Oriente en Margarita, fueron enviados a la cárcel de San Antonio en Margarita, por intentar cambiar chatarra por artículos de limpieza para la recuperación de ese núcleo universitario.
Dexcy Guédez La Patilla
Al cierre de la semana pasada, la comunidad universitaria salió a la calle con un “pancartazo” en la avenida Rafael Fucho Tovar, para llamar la atención y exigir la reversión de la decisión de la jueza Natasha Rodríguez.
La titular del Tribunal Tercero en materia de Materiales Estratégicos, no ha emitido ningún comunicado al respecto, por lo que los estudiantes, docentes, personal administrativo y obrero de esa alma mater iniciaron una serie de vigilias por la liberación no solamente de esas dos personas, sino también de los tres trabajadores de la empresa con las que iban a intercambiar el material de desecho por artículos de limpieza.
Rosy Mata, hija de la sindicalista, expresó preocupación porque durante los días de reclusión no ha podido cumplir cabalmente con su tratamiento antihipertensivo.
“La he visto de lejos pero no es igual. Ella es madre, esposa y abuela, pero además un bastión muy importante para la UDO. Mi mamá y el profesor Luis Castro son inocentes y no se justifica que los tengan encerrados en una cárcel”, apuntó.
En la sede del campus universitario existe preocupación, porque además el docente detenido es el tutor de varios tesistas que no podrán graduarse en la promoción pendiente para los próximos días.
Gabriel Sanabria, dirigente del movimiento estudiantil 100% Udistas, resaltó que por disposición de los asesores legales de los detenidos, han sido muy cautos con las reacciones, pero no descartan que tomen otras acciones en caso que no haya una decisión favorable.