La incertidumbre de tener una administración de “paracaídas” duró solo dos meses en el Matadero Municipal Waryná, en Barinas, y al paralizar las actividades exigen la presencia de los accionistas principales, que por el sector público es el alcalde Rafael Paredes, y por el sector privado el ciudadano José Gregorio Morales.
Por Corresponsalía LaPatilla.com
Entre estos dos sectores se reparten el 100% de las acciones, donde el mayoritario es la alcaldía de Barinas con 51%, y posterior a las elecciones del pasado 21 de noviembre con la victoria chavista, un nuevo equipo administrativo llegó al matadero e informó al personal que eran los jefes y allí se harían las cosas a su manera, lo que de entrada molestó a los trabajadores.
Antes de este paro ya se habían sublevado los trabajadores por despidos que incluyó a un dirigente sindical y presumían que las cosas no iban a funcionar con esta gente en la administración, por lo que necesitan conversar con los accionistas directos para tratar el asunto, sobre todo lo relativo a las reivindicaciones que consideran excluyentes.
Gabriel Milano, trabajador del matadero, denunció que el salario base “es el mismo que paga el gobierno en todas partes”, y el bono que decidió la empresa “es muy poquito” de 40 dólares quincenal, pero se cancela solo a los trabajadores activos y dejan por fuera a los que están de reposo o permiso. Esta fue otra de las razones por las cuales protestó el personal.