Estados Unidos calificó este viernes de “crimen de guerra” el ataque que lanzó Rusia anoche contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia y consideró que es un ejemplo de la manera “temeraria” en la que Moscú está llevando a cabo la invasión de Ucrania.
Así se pronunciaron este viernes la embajada estadounidense en Ucrania en su cuenta de Twitter y un alto funcionario de Defensa en declaraciones a la prensa.
La condena más fuerte la pronunció la embajada de EE.UU., cuyos diplomáticos están ahora en Polonia y que en un mensaje en Twitter afirmó: “Es un crimen de guerra atacar una planta de energía nuclear. El bombardeo del (presidente ruso, Vladímir) Putin a la planta nuclear más grande de Europa lleva su reinado de terror un paso más lejos.”
La embajada añadió en su mensaje la etiqueta “#LaHaya”, en referencia a la sede de la Corte Penal Internacional (CPI), cuya Fiscalía ya ha abierto una investigación en Ucrania por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Por otro lado, en declaraciones a la prensa este viernes, un alto funcionario de Defensa consideró que el ataque contra la planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, es un ejemplo de la manera “temeraria” en la que Rusia está llevando a cabo su invasión de Ucrania.
Recordó que las plantas nucleares “no están construidas para resistir conflictos armados” y, por ello, consideró que “no hay excusa” para la ofensiva rusa.
Anoche se produjo un ataque ruso contra la planta de Zaporiyia, donde se desató un fuego en uno de sus edificios. Las llamaradas fueron sofocadas por los bomberos este viernes tras unas horas de incertidumbre.
Según el citado funcionario, Estados Unidos no ha detectado fugas radiactivas como resultado del ataque ruso, una valoración con la que coinciden el regulador nuclear estatal de Ucrania y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La central, en el sureste de Ucrania, ha sido tomada por el Ejército ruso, aunque está siendo gestionada por el personal técnico ucraniano.
En las últimas horas, la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, habló con su homólogo ucraniano, German Galushchenko, acerca del ataque.
Según explicó Granholm anoche en Twitter, el Departamento de Energía está coordinando la respuesta de Washington al ataque en consulta con el Departamento de Defensa, la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. y la Casa Blanca.
La OTAN y varios Gobiernos del mundo han condenado con vehemencia lo sucedido en Zaporiyia, mientras que Moscú alega se trató de una “provocación” y de un “plan criminal” perpetrado por supuestos “saboteadores ucranianos” para acusar a Rusia de ser responsable de una fuga radiactiva.
EFE