La oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó el sábado que acudirá a la Corte Penal Internacional (CPI) para denunciar el ataque de los rusos contra la torre de televisión de Kiev el martes, “un crimen de guerra”, según ella.
“El 4 de marzo, RSF presentó una denuncia ante el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) por los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas en Ucrania. Desde el comienzo de la agresión contra Ucrania, el 24 de febrero, el ejército ruso ha bombardeado deliberadamente varias emisoras de televisión en todo el país”, escribió la organización en un comunicado.
El martes, en el sexto día de la ofensiva, un misil ruso “alcanzó” la torre, situada cerca de Babi Yar, un barranco donde los nazis mataron a tiros a más de 30.000 judíos en dos días en 1941. Este lugar es ahora un importante memorial.
El ataque dejó cinco muertos.
Según RSF, que cita a su socio local IMI, “al menos otras tres torres de radio y televisión fueron blanco de bombardeos, en Korostén, Lysychansk y Járkov, y dos emisoras dejaron de emitir después de que los militares rusos tomaran el control de las mismas, en Melitópol y Jersón”.
“El bombardeo deliberado de numerosas infraestructuras de los medios de comunicación, como antenas de televisión, es un crimen de guerra y demuestra el alcance de la ofensiva de Putin contra el derecho a la información”, ha declarado Christophe Deloire, secretario general de RSF, citado en el comunicado.
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) anunció este miércoles la apertura de una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
Fundado en 2002, la CPI se estableció como un tribunal independiente para investigar a personas acusadas de los peores crímenes, pero solo puede procesar delitos cometidos en el territorio de sus 123 Estados miembros.
AFP