El ex veterano de combate de la Infantería de Marina, Dennis Díaz, vio con impotencia cómo las imágenes salpicaban la pantalla de su televisor de mujeres y niños ucranianos agazapados para refugiarse de los invasores rusos.
Por NBC News
Los disturbios le recordaron por qué se alistó en el ejército en 2000 y lo empujaron, ahora, después de 18 años en las reservas, a volver a la batalla.
Solo que esta vez su deber está comprometido con Ucrania.
“Rusia cruzó la línea atacando a civiles. Es más o menos como si no hubiera restricciones”, dijo Díaz, de 39 años, de Burlington, Connecticut, padre de cuatro hijos, a NBC News. “No es bueno en absoluto”.
Díaz se encuentra entre los estadounidenses que respondieron a una llamada del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy , quien el domingo pidió a los “amigos de la paz y la democracia” que se unan a la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania para ayudar al país a luchar contra Rusia.
Zelenskyy dijo el jueves que 16.000 extranjeros se habían unido a la nueva brigada, una cifra que NBC News no pudo confirmar de inmediato. No está claro cuántos de ellos son estadounidenses.
Andrew Bennett planea estar entre ellos.
“Para ser honesto contigo durante mucho tiempo, sentí que no tenía dirección en mi vida en cuanto a, ya sabes, un hombre soltero, sin hijos, sin esposa, solo iba a trabajar y ya sabes, solo volvía a casa a pagar las cuentas. ”, dijo el hombre de 45 años, que vive en Bayonne, Nueva Jersey. “Estas personas que luchan por su libertad y sus vidas, están literalmente arrinconadas”.
Las fuerzas rusas han logrado avances en el sur de Ucrania y se han apoderado de la planta de energía nuclear más grande de Europa desde que comenzó su asalto a su vecino hace más de una semana. Pero Rusia no ha logrado derrocar a Kiev, la capital de Ucrania y sede de su gobierno de tendencia occidental. Ese esfuerzo se ha visto obstaculizado, en parte, por la dura resistencia de los ucranianos , tanto soldados entrenados como civiles.
Bennett dijo que está esperando que llegue su pasaporte de reemplazo para poder hacer el viaje para reunirse con ellos.
El carpintero que no tiene experiencia militar, dijo que no sabe si tiene la resistencia física o mental para ser parte de una batalla.
“No voy a ir allí a pelear o jugar a Rambo. Solo quiero ir a ayudar a la gente, ya sea cocinando para la gente, cargando gente, arrastrando gente del suelo, lo que sea”, dijo Bennett, sin importar el riesgo.
“Sabes, felizmente recibiría una bala por un ucraniano. Con mucho gusto aceptaría dos balas por” Zelenskyy.
Si bien la intención de Bennet es digna de elogio, el Departamento de Estado de EE. UU. no quiere que otros ciudadanos estadounidenses sigan su ejemplo.
“Los ucranianos han demostrado su coraje y están recurriendo a todos los recursos y palancas que tienen para defenderse. Aplaudimos su valentía”, dijo el Departamento de Estado de EE. UU. a NBC News en un comunicado. “Sin embargo, nuestro aviso de viaje sigue siendo: ciudadanos estadounidenses no deben viajar a Ucrania, y aquellos en Ucrania deben partir de inmediato si es seguro hacerlo utilizando opciones comerciales u otras opciones privadas disponibles para el transporte terrestre”.
El departamento agregó que alienta a los ciudadanos estadounidenses a desviar sus energías hacia actividades voluntarias o de la sociedad civil seguras y constructivas para los ucranianos, como la financiación de la asistencia humanitaria y la defensa.
Más de 1 millón de personas , la mayoría mujeres y niños, han huido del país desde que comenzó la invasión rusa.
Al menos 331 civiles han muerto en Ucrania y 675 han resultado heridos, dijo el viernes la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas en Twitter . La agencia dijo que “el número real es mucho mayor”. Entre los muertos hay 19 niños, dijo la oficina de derechos humanos.
Díaz ha estado pasando tiempo con sus hijos, cuyas edades oscilan entre 1 y 14 años, antes de recibir la llamada para viajar a Europa.
Su hijo de 14 años cree que su padre está haciendo lo correcto, pero su hija quiere que se quede en casa donde sea seguro. Sus amigos le advierten de la posibilidad de consecuencias fatales, pero no se deja intimidar.
“Soy un infante de marina, defiendo lo que es correcto. La gente de Ucrania necesita ayuda”, dijo.
“Si tuviera que morir en Ucrania, ¿adivinen qué? Mis hijos sabrán que pagué el precio más alto para poder levantarme y luchar por lo que es correcto”, dijo Díaz. “Es hora de luchar codo con codo y proteger a la nación, especialmente a las mujeres y los niños, y dejarles un mundo y una nación mucho mejores”.