Ucrania hizo desfilar ante la prensa a soldados rusos capturados en el frente y forzados a mostrarse arrepentidos, una instrumentalización de los prisioneros de guerra que genera dudas y tiene fines propagandísticos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recordó que los enemigos capturados debían ser tratados con “dignidad”, y el gobierno ruso acusó a las autoridades ucranianas de “torturar” a los militares apresados.
Ucrania se ha preocupado por cuidar su imagen frente a Rusia, que invadió el país el 24 de febrero, causando centenares de muertes entre los civiles. El país es objeto de una campaña de solidaridad internacional sin parangón.
Pero el viernes, las autoridades ucranianas pusieron en fila a diez jóvenes soldados rusos bajo las luces de neón de una sala de prensa de Kiev, con el rostro demacrado o con rasguños.
Con los ojos enrojecidos, algunos rehuían las cámaras, fijando la mirada en la pared o en sus botas. Otros, en cambio, parecían estar más cómodos.
Era la segunda vez en una semana que el SBU, los servicios de seguridad ucranianos, realizaban este tipo de práctica.
El CICR recordó en un comunicado que, en virtud de la Convención de Ginebra, “los prisioneros de guerra y los civiles detenidos deben ser tratados con dignidad y protegidos todo el tiempo contra los malos tratos y la exposición en público, incluyendo las imágenes que circulan públicamente en redes sociales”.
La AFP les preguntó al respecto al Ministerio ucraniano de Defensa y al SBU, pero declinaron hacer comentarios.
En un video, Oleksii Arestovich, un consejero de la presidencia, se limitó a pedir un “trato humano para los prisioneros” y recordó que los socios occidentales de Ucrania se mantienen vigilantes.
“Su ejército”
El viernes, la escena era penosa. Los soldados llegaban al lugar de la rueda de prensa, la sede de la agencia de prensa ucraniana Interfax, e iban siendo colocados en fila, con los ojos vendados con una cinta adhesiva. Avanzaban agarrándose de los hombros unos a otros para no caerse, observó una periodista de la AFP.
Luego, se les condujo a una sala donde se les mostraron varios videos. Según el sonido que se oía, parecían imágenes de bombardeos. “Jytomyr, Járkov, Chernígov, miren lo que hace su ejército”, se escuchaba decir a un oficial ucraniano desde detrás de la puerta.
“Ustedes saben que ellos le dirán a sus padres que han muerto durante unos ejercicios, no que estaban aquí”, agregó, asegurando que los soldados rusos tenían “la suerte” de mostrarle a sus familias que seguían con vida.
A continuación, los jóvenes soldados de uniforme ruso tuvieron que enunciar ante las cámaras su nombre, el de su unidad y en qué condiciones llegaron a Ucrania.
Luego, sostuvieron que se habían ofrecido voluntariamente a denunciar la actuación de Rusia en Ucrania, una afirmación que genera dudas, pues todos se expresaban de forma idéntica.
Todos aseguraban que se les había tratado bien y concluían pidiéndole a los rusos que no se crean “las mentiras” del presidente Vladimir Putin.
Madres
Rusia no ha reaccionado específicamente a estas puestas en escena, pero el portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Igor Konashenkov, declaró el 27 de febrero que los prisioneros de guerra rusos estaban siendo sometidos a las mismas “torturas” que las perpetradas por “los nazis alemanes y sus esbirros”.
Por su parte, el ejército ucraniano apeló directamente a las madres de los soldados rusos capturados, creando una página web para organizar sus viajes a Ucrania a través de un punto de paso en la frontera polaca y que así puedan recoger a sus hijos.
“A diferencia de los fascistas de Putin, nosotros, los ucranianos, no hacemos la guerra contra las madres y sus hijos capturados”, señaló el Ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado.
Según el Estado Mayor ucraniano, desde el 24 de febrero se ha capturado a 200 militares rusos. Por su parte, el Ministerio ruso de Defensa indicó que se había capturado a 572 combatientes ucranianos.
Aún así, estas cifras son imposibles de verificar. El CICR explicó a la AFP que no podía ejercer su derecho a visitar a los cautivos “dada la escalada actual”.
AFP