José Delgadillo convirtió su casa en un nido de serpientes, en la que habitan al menos 45 “mascotas”, de 15 especies diferentes, entre ellas la más peligrosa y venenosa en Centroamérica, la barba amarilla. Él las rescata, las cría, las cuida y posterior las vende o incluso libera en zonas seguras.
Por: Testigo Directo
Dentro de su escuadrón están la boa común, falso coral, víbora de tamagás, bejuquilla verde, culebra mica, víbora de cascabel, y una pitón albina que mide cuatro metros y medio, originaria de Asia, que es la estrella de su escuadrón. José habló con Testigo Directo y explicó que su principal objetivo es concientizar a la población de no asesinar a este tipo de reptiles y ayudar a eliminar los mitos y estigmas de que son peligrosas o malignas.