Estados Unidos aseguró este jueves que no hizo ninguna concesión a Venezuela a cambio de la liberación de dos estadounidenses presos en el país, y rebajó las expectativas sobre una relajación inmediata de las sanciones petroleras a Caracas.
Un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, se pronunció así respecto a la visita de alto nivel que hicieron el sábado responsables de EE.UU. a la capital venezolana, en la que se reunieron con el presidente Nicolás Maduro.
“No hubo ningún quid pro quo, nada”, aseguró el funcionario en una rueda de prensa telefónica, empleando una expresión latina que significa algo que se recibe como compensación por la cesión de otra cosa.
La fuente afirmó que Estados Unidos ya envió una “señal importante” a Maduro al organizar el primer viaje a Caracas “desde finales de la década de 1990” de un funcionario de la Casa Blanca, en este caso de Juan González, que lideró la delegación.
“Les pedimos responder a eso con la liberación de los estadounidenses detenidos”, apuntó la fuente, que atribuyó el logro a “meses de trabajo” del encargado de rehenes del Departamento de Estado, Roger Carstens.
“En ningún momento ofrecimos (comprar) petróleo a cambio de la liberación de estadounidenses, eso no lo haríamos nunca”, subrayó el funcionario.
Según informaciones de prensa, el Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden estudia levantar parte de las sanciones al sector petrolero de Venezuela que impuso su predecesor, Donald Trump (2017-2021), para contener los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
Al respecto, el citado funcionario dijo que “no se ha tomado ninguna decisión” y que “no es algo” a lo que Estados Unidos “se haya comprometido” o con lo que haya “negociado” durante su visita a Caracas.
La fuente no negó, sin embargo, que se tocara ese tema durante la conversación con Maduro, que describió como un encuentro puntual, al asegurar que ahora mismo “no hay conversaciones con el régimen”.
En cambio, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo este miércoles que Washington “seguirá conversando de una serie de temas” con el Gobierno venezolano, incluida la liberación de los otros estadounidenses que aún siguen detenidos en el país.
Preguntado por qué decidió la delegación viajar a Venezuela justo ahora, el funcionario aseguró que el diálogo a un nivel inferior sobre la situación de los estadounidenses presos estaba avanzando y Carstens, el encargado de ese tema, “vio una oportunidad” de ir a Caracas.
“Creímos que sería valioso tener representación de la Casa Blanca, dadas las peticiones que nos estaba haciendo el régimen pero también las de la comunidad internacional y la oposición, para que el régimen volviera a la mesa negociadora”, explicó la fuente.
El funcionario no aclaró cuáles eran esas peticiones que recibieron de Maduro, quien además de liberar a los dos estadounidenses, anunció este miércoles una reactivación del diálogo con la oposición.
La fuente recalcó que la invasión rusa de Ucrania ha cambiado el escenario internacional y Estados Unidos debe “proteger sus intereses”, y confió en que Rusia no responda con una mentalidad “de la Guerra Fría” y penalice a los aliados de Washington en la región.
“Los países de Latinoamérica y el Caribe son piezas de ajedrez en un tablero en el que Estados Unidos y Rusia compiten por el poder”, opinó. EFE