El gobierno británico afirmó el viernes que podría incautar un apartamento de lujo comprado en efectivo por una joven vinculada al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, en el marco de una nueva ley contra el dinero sucio.
El proyecto de ley sobre delitos económicos, que se tramitó por la vía rápida en el Parlamento tras la invasión rusa de Ucrania, ampliará y facilitará el castigo de los casos de “riqueza inexplicable” pertenecientes a personas sin fuente de ingresos legítimos conocida.
El ejecutivo afirma que esto podría concernir a Polina Kovaleva, de 26 años, hija de Svetlana Polyakova, que según la prensa sería desde hace tiempo la compañera sentimental de Lavrov.
El ministro de Relaciones Exteriores fue personalmente sancionado en el Reino Unido, al igual que el presidente Vladimir Putin, a raíz de la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
Alegando su relación con él, un diputado laborista, Chris Bryant, pidió que ambas mujeres se sumen a la lista de sancionados.
Kovaleva compró el apartamento en Londres en 2016 por 4,4 millones de libras (5,8 millones de dólares, 5,2 millones de euros) sin recurrir a una hipoteca, según el registro de la propiedad.
“Su única fuente de dinero es su madre, que no trabaja y resulta ser la esposa informal de Lavrov”, aseguró en una serie de tuits Maria Pevchikh, investigadora de la fundación anticorrupción creada por el opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni.
“Este es un ejemplo perfecto de riqueza inexplicable. La propiedad puede ser confiscada legalmente ahora”, agregó.
El viernes, el ministro británico de Tecnología, Chris Philp, afirmó a la radio privada LBC que el ejecutivo sigue el caso de cerca y que la próxima ley facilitaría este tipo de sanciones.
Se dirigirá a “personas que vienen a Londres, como en este caso, y compran una propiedad de cuatro millones de libras sin tener aparentemente los medios para hacerlo”, precisó.
Philp también defendió la acción del gobierno en el caso de Roman Abramovich, después de que la mayoría de los diputados criticaran la lentitud de las sanciones contra el propietario ruso del club de fútbol Chelsea.
“Estos oligarcas rusos tienen abogados muy caros. Son muy litigantes”, explicó. “Era muy importante asegurarse de que se hiciera de forma totalmente incontestable y legalmente defendible”, añadió.
AFP