La indignación occidental sonó fuerte este viernes en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Rusia para denunciar la “eliminación” por parte de Kiev de “restos” de presuntos experimentos en laboratorios con patógenos biológicos, en momentos en que crece la preocupación sobre el posible uso de armas químicas en territorio ucraniano.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, en calidad de presidente del Consejo de Seguridad, convocó a esta reunión sobre armas biológicas en la que repitió las acusaciones contra Estados Unidos y su supuesta cooperación en “30 laboratorios biológicos” en Ucrania que trabajarían con agentes de “peste, antrax o el cólera” para la elaboración de armas.
De su lado, la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, aseguró que “Ucrania no tiene programas de armas biológicas ni hay laboratorios de armas biológicas apoyados por Estados Unidos en el país”.
Recordó el “largo historial ruso de acusar a otros países de violaciones que ella misma perpetra” antes de advertir de “las serias preocupaciones de que Rusia esté planeando utilizar armas biológicas o químicas contra los ucranianos”.
Para su colega británica, Barbara Woodward, se trata de “teorías conspiratorias sin ninguna base e irresponsables” y que el Consejo no debería servir para escuchar la “propaganda interna rusa” y su estrategia de “desinformación”.
Muchos de los 15 miembros del Consejo de Seguridad no escondían su estupefacción por la convocatoria de esta reunión: “Si lo hubiera sabido no habría venido”, dijo un diplomático que prefirió ocultar su nombre.
“El estado agresor se ha vuelto a dar un tiro en el pie con esta reunión”, dijo el embajador ucraniano, Sergiy Kyslytsya, quien recordó “el delirio” y las “mentiras” rusas que apuntan a que la mujer embarazada herida en un bombardeo del hospital de Mariúpol, cuya foto dio la vuelta al mundo, era una “actriz”.
La mujer “Mariana ha dado a luz a una niña saludable que se llama Verónica”, dijo el embajador que lamentó la “intrumentalización” del Consejo de Seguridad efectuada por Rusia.
Tras recordar que la guerra entra en su tercera semana, la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, condenó la conducta de Rusia en la guerra.
“Atacar a civiles, hospitales, escuelas es inexcusable y sus autores deberán rendir cuentas”, advirtió.
Moscú refuta que se trate de una guerra y califica la invasión de Ucrania de “operación militar especial”.
AFP