Un avión privado del oligarca ruso Roman Abramovich, quien cuanta con ciudadanía israelí y está amenazado de mas sanciones, aterrizó anoche en Israel, según la prensa local.
El avión, modelo LX-RAY, tomó tierra en el Aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv según un programa de rastreo de vuelos internacionales, sin que se haya podido confirmar si Abramovich, dueño del Chelsea, de origen judío, viajaba en el mismo vuelo y accedió a territorio israelí.
Abramovich ya ha sido objeto de sanciones por Reino Unido, Canadá y otros países junto con otros oligarcas rusos por su supuesta estrecha relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, y hoy la Unión Europea (UE) anunció que prevé también sancionarle como parte de un paquete coordinado con el Grupo de los Siete países más desarrollados (G7) contra Rusia por la invasión de Ucrania.
Está decisión llega después de que la Premier League le despojara el sábado del permiso de dirigente del Chelsea, otro paso más tras la congelación de sus activos por parte del Gobierno británico.
La inclusión de Abramovich en la nueva lista de sancionados coincide con la apertura de una investigación por parte de Portugal para comprobar si existieron irregularidades en la concesión de la nacionalidad que se le otorgó como descendiente de judíos sefardíes.
Con todo, la posible presencia del magnate en Israel aviva la polémica, después de que medios y analistas alerten de que el país se pueda convertir en un refugio fiscal para oligarcas rusos de origen judío que busquen instalarse e invertir para eludir las sanciones internacionales.
El Estado judío no ha impuesto por ahora sanciones a Rusia, con quien mantiene una postura “mesurada” por su alianza de seguridad en Oriente Medio, y varios multimillonarios judíos asociados por su cercanía al Kremlin tienen desde hace años pasaporte israelí.
Más allá de importantes inversiones e iniciativas empresariales en el país, algunos también han aportado importantes donaciones económicas a proyectos sin ánimo de lucro de distinta índole, tanto en Israel como entre el resto del mundo judío.
Por su parte, Abramovich se hizo con la ciudadanía israelí en 2018 y se convirtió en la segunda persona más rica del país.
Dos días antes de la invasión de Ucrania, realizó una donación millonaria al Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, pero la institución decidió renunciar al dinero y anunció que cortaba sus lazos con el magnate dos semanas más tarde.
Estados Unidos ha instado recientemente a Israel a sumarse a las sanciones contra Rusia y sus oligarcas.
El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, aseguró hoy que “Israel no será una vía para eludir las sanciones impuestas a Rusia por EE. UU. y otros países occidentales”.
Según concretó, varios ministerios como Exteriores, Finanzas, Economía o Energía están revisando este asunto junto con el Banco de Israel o la Autoridad de Aeropuertos. EFE