Ramzan Kadirov se siente a gusto entre los muertos y se siente aún más cómodo junto a Vladimir Putin. Haría cualquier cosa por el neo-zar y ahora el checheno ha aparecido en Ucrania. No hay confirmación pero parece plausible.
Por El Mundo
Kadirov ha aparecido en un video en Telegram erigido como un líder. Camuflado y listo para discutir los próximos movimientos con los comandantes de las unidades desplegadas en el área de Gostomel, al norte de Kiev.
“El otro día estábamos a unos 20 kilómetros de ustedes, nazis, ahora estamos aún más cerca”, dice en el vídeo instando a los enemigos a rendirse o “acabaremos con vosotros”.
Delante de una bandera con el rostro de su padre, Ahmad, muerto en un atentado en 2004 y en torno a la que se ha creado un culto a la personalidad. El vídeo tiene una doble función, operativa y propagandística.
Por una parte, se vincula con la presión de las fuerzas rusas en dirección a la capital, avance obstaculizado por la resistencia. Por otra, impulsa a las milicias tras las pérdidas que han sufrido en las últimas semanas.
Kadirov, en esta crisis, ha seguido una parábola ascendente. Al inicio de la operación especial, asistió a un mitin en la plaza con decenas de milicianos, los “kadyrovtsky”, un espectáculo para acompañar la noticia del envío de 10.000 hombres. Tras ello, se publicaron imágenes de una columna de soldados chechenos, confirmando su compromiso directo.
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