Venezolana indomable: La cruzada de la madre de Geraldine Moreno, asesinada por la GNB

Venezolana indomable: La cruzada de la madre de Geraldine Moreno, asesinada por la GNB

(Foto AP)

 

Dos años después del asesinato de su hija, Rosa Orozco pudo encararse con sus asesinos tras muchos intentos. Aquel día no había casi nadie en el tribunal que los juzgaba, lo que la madre de Geraldine aprovechó para situarse a su lado. Venciendo el sentimiento que le devoraba las entrañas, les preguntó directamente el porqué de su crimen.

Por: El Mundo

El silencio culpable de los sargentos Albín Bonilla y Francisco Caridad Barroso, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se prolongó durante unos segundos. Esta venezolana indomable lo rompió con sus palabras, las que resumen a la perfección el espíritu de su cruzada: “Yo sí voy a hacer lo que tengo que hacer. Y lo primero será perdonarme a mí misma, porque tengo que liberar este odio. Les perdono porque necesito liberar mi espíritu y mi alma para seguir adelante”.

En ese día tan esperado, frente a los asesinos de su hija, la mujer respiró hondo hasta sentir “que había Rosa Orozco para rato y también para seguir en esta lucha. Pero que yo perdone no significa que les dé la absolución. En Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad. Sin justicia no vamos a tener paz y tranquilidad para seguir adelante”, explica a EL MUNDO.

Rosa Orozco y la abogada Martha Tineo han viajado a Madrid en el inicio de un periplo europeo que también las llevará a Ginebra. Este martes estarán en la sede de EL MUNDO. “Nuestra exigencia, tras la condena a los dos autores materiales a 30 y 15 años de cárcel, es que sean juzgados los demás guardias que participaron en la represión y también la cadena de mando responsable, que incluye comandantes, ministros y hasta el presidente de la República si fuera el caso”, detalla Tineo.

“Para nosotras es muy importante que nos escuchen fuera del país para que sepan lo que de verdad está pasando”, remacha su amiga y compañera de viaje.

La impunidad existente en Venezuela las ha obligado a recurrir a instancias internacionales, pero su lucha va más allá de la justicia para Geraldine. Ambas encabezan la ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP), que lucha contra la impunidad en los más de 300 asesinatos cometidos durante manifestaciones y protestas.

El asesinato de la jovencita Geraldine, universitaria de 24 años, conmocionó a Venezuela en los primeros compases de las protestas de 2014, las mismas que llevaron a prisión a Leopoldo López. Aquel día de febrero, los vecinos de Naguanagua (Carabobo), a tres horas de Caracas, se manifestaban tranquilamente frente a sus casas con banderas y pitos. Muy cerca de la suya estaba la hija de Rosa.

“Hasta que llegó un destacamento de 24 guardias nacionales a bordo de 13 motocicletas disparando contra unos ciudadanos pacíficos. Geraldine salió corriendo y le dispararon (con cartuchos de perdigones) dos veces (Barroso a la espalda y Bonilla a la cabeza), por lo que cayó. La criatura quedó desvalida en el piso, incluso puso la mano para pedir clemencia y que no le dispararan más. Y a Geraldine el guardia Albín Bonilla le disparó a 10 centímetros del rostro, incrustándole un cartucho. ¿Por qué ese hombre hizo eso? ¿Cuál fue su motivación para disparar a una niña desvalida en el piso? Mi hija era una niña bella, preciosa, jamás en la vida había agredido a nadie, todavía hoy no me lo puedo explicar”, relata Orozco.

Puedes leer la nota completa en El Mundo

Exit mobile version