El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno autoinmune poco frecuente en el que el propio sistema inmunitario de una persona daña los nervios, causando debilidad muscular y, a veces, parálisis. Puede causar síntomas que duran desde unas pocas semanas hasta varios años. La mayoría de las personas se recupera por completo, pero algunas tienen daño permanente en los nervios.
Por Infobae
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta solo a una de cada 100.000 personas. La condición mata alrededor de una de cada 20 personas que lo padecen. Alrededor de uno de cada 50.000 británicos y similar cantidad de estadounidenses desarrollan síndrome de Guillain-Barré (GBS, por sus siglas en inglés) cada año, generalmente después de una infección cuando el sistema inmunológico se vuelve hiperactivo. Sin embargo, estas cifras podrían verse impactadas por el cáncer.
Un equipo de especialistas del Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, acaban de publicar una nueva investigación que revela que los pacientes con cáncer pueden tener tres veces más probabilidades de sufrir el síndrome de Guillain-Barré.
La investigación danesa se realizó sobre una muestra de 6 millones de pacientes y encontró que el 2% de quienes sufrían de GBS habían recibido recientemente un diagnóstico de cáncer. Aunque solo el 0,6% de las personas sanas fueron diagnosticadas con cáncer durante el mismo período de tiempo.
Los especialistas examinaron la asociación entre el cáncer incidente y el riesgo subsiguiente de desarrollo de GBS en un estudio de casos y controles. Estos incluyeron a todos los pacientes con GBS diagnosticados por primera vez en un hospital en Dinamarca entre 1987 y 2016 y 10 controles de población emparejados por edad, sexo y fecha índice por caso; se incluyeron datos de 2.414 casos con GBS y 23.909 controles durante un período de 30 años. Cada caso confirmado se emparejó con otras 10 personas de la misma edad y sexo que no tenían la enfermedad.
Si bien el estudio que abordaron los profesionales daneses fue observacional, su base de datos contundente ha permitido extraer conclusiones disparadoras para nuevas investigaciones. Los profesionales indicaron en su documento que es más probable que los pacientes con cáncer se hayan sometido a una cirugía recientemente, lo que conlleva un riesgo de infección.
Entre quienes padecieron GBS, el 2% había sido diagnosticado con cáncer ya sea en los seis meses anteriores a su diagnóstico o dos meses después, según el estudio publicado en la revista científica Neurology. A modo de comparación, solo el 0,6% de las personas sin el síndrome de Guillain-Barré habían sido diagnosticadas con cáncer durante el mismo período de ocho meses.
Las cifras muestran que las personas con cáncer tienen un riesgo tres veces y media mayor de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré que las que no lo tienen. Incluso después de ajustar los datos para tener en cuenta los problemas de salud subyacentes y otras variables, todavía había un riesgo casi triplicado.
Las personas con cánceres específicos parecían tener aún más probabilidades de desarrollar la afección. Aquellas que padecían linfomas (cáncer que comienza en las glándulas linfáticas que pueden diseminarse rápidamente por todo el cuerpo) tenían siete veces más probabilidades de padecer GBS.
El riesgo era cinco veces y media mayor entre las personas con cáncer de pulmón o de próstata y cinco veces mayor entre las que tenían cáncer de mama.
Los investigadores notaron que las personas con cáncer o GBS pueden tener más probabilidades de ser examinadas para detectar otras afecciones, lo que podría sesgar las estadísticas. Pero dijeron que sus hallazgos aún brindan pruebas sólidas de su hipótesis.
La especialista Lotte Sahin Levison, autora principal del estudio y neuróloga de la universidad, afirmó: “si bien nuestro estudio sugiere que las personas con cáncer tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré, es importante que comprendan que el riesgo general es todavía muy pequeño. Necesitamos más investigación -continuó-. Nuestros resultados sugieren que factores aún no identificados presentes en varios tipos de cáncer pueden contribuir a este mayor riesgo”.