La Habana y otros municipios cubanos están sufriendo crecientes problemas de desabastecimiento de combustibles, con colas de varias horas en muchos servicentros (gasolineras) y surtidores vacíos durante días.
La capital cubana amaneció con colas que serpenteaban por tres y cuatro cuadras, centenares de metros, desde los establecimientos de Servicupet, la red estatal de gasolineras, y conductores que esperaban hasta ocho horas para poder rellenar el depósito.
Las filas en La Habana y sus alrededores comenzaron a crecer el domingo, después de que se publicara en el diario regional oficial Girón que desde ese día empezaba a racionarse el combustible en la provincia de Matanzas.
“Para la venta en depósitos autorizaremos hasta 10 litros de gasolina y 20 de diésel. En el caso de que usted vaya a echarlo directo al tanque del automóvil serían 20 litros de gasolina y diésel hasta 40”, explicó el coordinador de programas y objetivos del Gobierno de Matanzas, Geobel Quintero Hernández.
Lo que en la mañana del domingo eran colas de una docena de vehículos, este martes ya eran filas de decenas de automóviles. Varios conductores explicaron a Efe que estuvieron horas esperando para poder repostar.
En el servicentro de la quinta avenida con la calle 112, en el municipio habanero de Playa, surtieron esta madrugada por primera vez en cinco días, según testimonios recogidos por Efe.
A Rodrigo, conductor de profesión, lo levantó un amigo de la cama a las 4 de la mañana para avisarle. Poco después esperaba en la cola, que no terminó hasta pasadas las 11 de la mañana.
Delante, tenía a un buen puñado de conductores que hacían guardia desde el día anterior. Detrás, había una fila interminable de vehículos, muchos de los cuales temían que para ellos ya no hubiese combustible.
“Solo dejaban poner 40 litros por carro. Y 20 en los porrones (garrafas)”, explica este chofer, que dice que se llevó “el desayuno” cuando salió de casa y que acogió dentro de su vehículo al motorista que iba delante, que era una persona mayor.
La espera se prolongó tanto que “a algunos el carro les dejó al final tirados” y otros tuvieron que escaparse unos minutos para poder ir al baño, llegando a arreglos para no perder el turno.
Rodrigo relata que incluso hubo momentos de tensión, porque quienes iban con porrones hacían una cola aparte y no tenían que esperar tanto como los automóviles.
Entonces algunos conductores de los últimos puestos de la fila fueron a por porrones para saltarse la espera. “Al final tuvo que venir la Policía”, dice Rodrigo.
PROBLEMAS DE DISTRIBUCIÓN
Quintero alegó que, al menos en el caso de la provincia de Matanzas, la situación no se debe a un problema de escasez, sino a fallos temporales en el sistema de distribución del combustible.
Afirmó que Transcupet, la empresa estatal de suministro de combustibles, trabaja actualmente con solo el 62 % de sus camiones cisterna. El resto, se entiende, están fuera de servicio.
La Agencia Efe solicitó al Gobierno cubano una explicación sobre esta situación, para conocer sus causas y alcance, pero por el momento no ha obtenido respuesta.
Los medios oficiales nacionales, por su parte, no han informado hasta ahora al respecto.
El problema del desabastecimiento de combustibles parece además estar afectando rápidamente a otros sectores interdependientes, como los servicios de taxis y el transporte público en La Habana.
Algunos usuarios aseguran que se ha disminuido en los últimos días la frecuencia de las guaguas (autobús urbano) en la capital —que atravesaba ya una situación precaria y objeto de críticas por las averías— y la mayoría circulan llenas.
EFE.