Estados Unidos planea aceptar hasta 100.000 ucranianos que huyen de la invasión de Rusia, anunció el jueves el gobierno de Biden, después de que un mes de bombardeos desató la crisis de refugiados de más rápido movimiento en Europa desde el final de la Guerra Mundial.
Por Reuters
El anuncio coincidió con la reunión del presidente estadounidense Joe Biden con los líderes europeos en Bruselas el jueves para coordinar la respuesta occidental a la crisis.
Más de 3,5 millones de personas han huido desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, según Naciones Unidas, poniendo a prueba los sistemas de apoyo de los países europeos vecinos que los reciben.
Rusia llama al asalto a Ucrania una “operación especial”.
El gobierno de Biden dijo en un comunicado que utilizaría “toda la gama de vías legales”, incluido el programa de reasentamiento de refugiados, para los ucranianos que buscan venir a Estados Unidos.
Reuters informó anteriormente que la administración de Biden también utilizará visas basadas en la familia u otro proceso temporal conocido como “libertad condicional humanitaria”.
‘REPARTO DE LA CARGA’
Antes de que estallara la crisis en Ucrania, Biden lanzó el programa de reasentamiento estadounidense más grande del país desde la guerra de Vietnam al aceptar a unos 80.000 afganos después de que las tropas estadounidenses abandonaran Afganistán tras 20 años de guerra.
Ahora ha dicho que Estados Unidos daría la bienvenida a los ucranianos que huyen de la guerra, pero los funcionarios de la administración han dicho que creen que la mayoría querrá quedarse en Europa, donde pueden viajar sin visa y tener familiares y amigos.
Los países de Europa del Este, sobre todo Polonia, han recibido a cientos de miles de personas que escapan del bombardeo ruso de ciudades y pueblos de Ucrania. Esos países quieren asistencia adicional de otras naciones para recibir refugiados, y la Unión Europea está dispuesta a discutir “una distribución justa de la carga”.
Estados Unidos también ha asignado miles de millones de dólares en ayuda económica a los ucranianos que huyen y a los países que los acogen.