Jun 29, 2020. REUTERS/Christian Hartmann/Pool
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró este jueves que su homólogo chino, Xi Jinping, “desaprueba” la invasión rusa de Ucrania, y añadió que Pekín debe ser “una potencia de mediación y moderación” que ayude a convencer a Rusia a detener el conflicto bélico.
“He hablado con el presidente Xi hace diez días, le volveré a hablar tantas veces como sea necesario durante esta crisis, y he tenido ante mí a un dirigente que, en primer lugar, ha compartido nuestra preocupación y que desaprueba la guerra”, declaró el político en una rueda de prensa tras participar en las cumbres de la OTAN y del G7 celebradas hoy en Bruselas.
Destacó que China, uno de los aliados de Rusia que mantiene una posición ambigua ante la guerra, “defiende de forma permanente la soberanía de los pueblos, el derecho de autodeterminación y la importancia de esas nociones”.
“Por tanto, es completamente normal que China no pueda apoyar a Rusia en una agresión contra un pueblo vecino y la violación de su soberanía territorial, espíritu de coherencia, China está comprometida”, constató.
Aseguró que Xi Jinping le ha apoyado a él y al canciller alemán, Olaf Scholz, “en su voluntad de pedir un alto el fuego”.
“Pienso que China, en tanto que miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en tanto que gran potencia, no puede hacer otra cosa que ser una potencia de mediación y de moderación y, por lo tanto, ayudarnos a convencer a Rusia de que pare esta guerra, no participar ni ayudarle en nada nunca”, comentó.
Insistió en que quiere creer que China “será coherente con su visión de la soberanía territorial” y seguirá buscando “parar esta guerra”.
Por otro lado, sobre el dron procedente de Ucrania que se estrelló este mes en el centro de Zagreb, instó a ser “muy prudente con la atribución”, en referencia a determinar si la aeronave pertenecía al ejército ucraniano o ruso.
Durante la cumbre de la OTAN, Macron mantuvo un encuentro con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdo?an, y el mandatario francés afirmó que ambos decidieron “poder trabajar en operaciones humanitarias comunes, en particular, en Mariupol”.
Sobre la ayuda militar que los aliados proporcionan a Ucrania, detalló que el “límite” es no convertirse en “cobeligerante” y añadió que nadie ha enviado aviones de caza a Kiev por el momento porque supondría pasar a ser “cobeligerante”.
Después de que Renault anunciara ayer que suspende sus actividades en Rusia por culpa de la invasión a Ucrania, Macron recordó que ha pedido a todas las empresas francesas que operan “en sectores bajo sanciones, con socios sancionados (…) que respeten lo que Francia decide”.
En cuanto a las compañías que operan en Rusia y no se encuentran en sectores a los que se haya impuesto sanciones, reconoció que existen “presiones y riesgos reputacionales”, pero que su posición es dejar que las firmas elijan por sí mismas.
Por otro lado, advirtió de que estamos “entrando en una crisis alimentaria sin precedentes porque otros países de Oriente Medio y África son muy dependientes para alimentar a su población de lo que hoy se produce en Ucrania y Rusia”.
“La elección de Rusia de la guerra hace que hoy países como Egipto y otros en el Magreb, en África, en Oriente Medio y Próximo, tengan hoy dificultades de suministro”, comentó.
Avisó de que en el corto plazo habrá dificultades en esos países, pero dijo que la situación “será todavía más grave en doce o dieciocho meses”.
“Esta situación va a crear una crisis alimentaria, situaciones humanitarias gravísimas en varios países y (…) consecuencias políticas masivas en muchos de los países que he evocado”, anticipó.
En ese sentido, anunció la puesta en marcha de una iniciativa para con países, organizaciones y el sector privado paliar la crisis alimentaria, similar a la creada para la donación de vacunas contra la covid.
Entre las acciones, Macron mencionó la liberación de las existencias almacenadas, la eliminación de las restricciones a las exportaciones de materias primas agrícolas o el incremento temporal de los límites de producción en los países productores “sin comprometer los objetivos de sostenibilidad”.
EFE