Transitar por la troncal 10, la carretera internacional que conecta a Venezuela con Brasil, se ha convertido en un deporte extremo. Esa es la afirmación que hacen los choferes que a diario transitar por esa autopista que atraviesa el estado Bolívar de punta a punta y pasa por el Arco Minero del Orinoco.
Por Corresponsalía La Patilla
Después de pasar el municipio Sifontes, la vía es prácticamente intransitable. Muchos carros se han quedado pegados en el fango y hasta han perdido piezas de sus carros. Cabe destacar que estar accidentado en la troncal es muy peligroso porque es una zona dominada por el pranato minero.
La directiva del Sindicato Ejecutivo de Transporte de Bolívar (Setra Bolívar), realizó un recorrido por la carretera y solicitó al gobierno regional inmediatez en la recuperación de la troncal.
Adolfo Báez, presidente de ese sindicato, expresó que se debe buscar una solución eficaz, ya que es de suma preocupación de los trabajadores del volante. “El tramo es un lodazal a raíz de las lluvias de los últimos días”, dijo Báez.
De los 780 kilómetros que comprende la troncal 10, cerca del 45 por ciento de la vía lo conforman huecos interminables, agravándose la situación en ciertos tramos como los ubicados a la salida de Sifontes, El Dorado y Las Claritas.
El sindicalista dijo que también se está afectando el transporte de alimentos que llegan a Venezuela provenientes de Brasil. “La semana pasada cuando se imposibilitó el tránsito se perdieron 300 toneladas de embutidos”, declaró.
“Yo tengo dos semanas que no viajo porque me da miedo, estoy haciendo carreritas en Puerto Ordaz. No me quiero arriesgar a viajar a Santa Elena de Uairén. La última vez casi me quedo entre el barro”, dijo Carlos Blanco, un chofer que hace viajes a la frontera con Brasil