Los residentes de La Chica, un sector importante del municipio Bolívar del estado Sucre, viven desde hace años la grave crisis que atraviesa Venezuela en relación a los servicios públicos.
Por Víctor Federico González
El problema en la distribución de gas doméstico es de larga data, y según el testimonio de quienes aquí hacen vida, los gobernantes ofrecen “villas y castillos“, pero no ofrecen soluciones reales. En los últimos tres meses, la ausencia de respuestas en la distribución de cilindros ha ido en aumento. “Estamos en revolución, allá aquellos que dicen que esto es lo mejor“, comentó Jhonny Brito, habitante del municipio Bolívar.
El mismo tiempo que llevan sin gas, es el que han pasado sin recibir los alimentos a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Mientras que el colapso del sistema de aguas residuales se convirtió desde hace 10 años en su afectación más intensa al contar con olores nauseabundo que ocasionan la proliferación de distintas enfermedades. Tampoco cuentan con regularidad con aguas potable por tuberías.
“Las autoridades del momento se llevaron la bomba hace 10 años y no la trajeron más nunca“, sostuvo Brito, quien agregó que el actual alcalde chavista, Héctor Frontado, ha anunciado públicamente en reiteradas oportunidades que ha viajado a comprarla y “nada“.
Una de las denunciantes, que prefirió mantener su nombre en anonimato por temor a represalias porque trabaja en el sector público, explicó que en otra época estos problemas hubiesen sido motivo para ejercer acciones contundente de protestas, pero por el hecho de trabajar la mayoría de los habitantes en dependencias públicas ya no lo hacen. “Esto era un sector guerrero“, precisó.
Finalmente, exhortaron al gobernador chavista de Sucre, Gilberto Pinto, y al alcalde Héctor Frontado a dar respuesta a estos problemas que aquejan dramáticamente a esta comunidad vulnerable de la localidad.
