El Gobierno de Cuba va a tomar medidas para mejorar el suministro de agua ante una intensa sequía que afecta actualmente a casi un millón de personas, el 9 % de la población, informaron este martes medios oficiales.
Entre las medidas en previsión figura la ejecución de 206 obras hidráulicas, entre inversiones y acciones de mantenimiento, con el fin de beneficiar el suministro a 635.986 habitantes de las 15 provincias del país, anunció en una reunión gubernamental la vice primera ministra Inés María Chapman.
Chapman indicó que en los últimos 12 meses se ha registrado el 88 % del valor histórico medio de lluvias, lo que ha provocado una reducción del agua embalsada y subterránea, y ha aumentado la demanda de suministro por camiones cisterna.
Además instó a reforzar las iniciativas para el ahorro de agua en “todos los escenarios y por todos los beneficiarios”, así como a “anticiparse a los problemas e informar adecuadamente” a los ciudadanos ante cualquier cambio.
En la actualidad unas 418.000 personas no reciben el servicio en los horarios y ciclos habituales, fundamentalmente en las provincias orientales de Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Camagüey, en la central Sancti Spíritus, y en las occidentales La Habana y Artemisa, reporta este martes en el diario estatal Granma.
El director general de Agua, Saneamiento y Drenaje Pluvial de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), José Antonio Hernández, refirió a ese medio que hay alrededor de 140.000 habitantes afectados por roturas de equipos de bombeo de agua.
Explicó que incide en este problema la carencia de baterías y neumáticos y la necesidad de una reparación capital de los equipos.
Con el fin de mejorar el servicio dijo que la OSDE recibió una financiación que le permitirá activar alrededor de 108 camiones cisterna, mientras negocia con empresas importadoras la adquisición de los materiales y equipos necesarios.
También atribuyó dificultades para la adquisición de equipos al endurecimiento de las sanciones estadounidenses -denominadas bloqueo o embargo- y las consecuencias de la pandemia del covid-19.
De acuerdo con el funcionario, en Cuba hay más de 4.000 equipos de bombeo instalados y se deberían comprar cerca de 400 al año, pero lamentablemente desde 2019 no han llegado al centenar.
El directivo apuntó que con el cambio climático las sequías se van a hacer más “recurrentes e intensas”, por lo que en la isla se trabaja con el propósito de minimizar su impacto.
De acuerdo a su previsión, en los próximos meses el servicio de agua -en pipa, como denominan en Cuba a los camiones cisterna- deberá abastecer a aproximadamente 800.000 habitantes.
EFE