Una tragedia ambiental vive el Tolima luego de conocerse que un grupo de cazadores inescrupulosos mataron en cuestión de un día a más de 300 Águilas Cuaresmeras en zona rural de Falan, un municipio de la zona norte del departamento.
Por: El Tiempo
Así lo confirmó Diego Páramo, biólogo de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, quien señaló que 100 especímenes pertenecientes a la especie Buteo swainsoni fueron hallados sin vida en la vereda El Cucharo y 200 más en la vereda Taberas, donde la comunidad no sale de su asombro, pues fueron atacadas con escopetas de perdigones.
“Desconocidos las atacan con escopetas cuando descansan en los árboles”, dijo un habitante de Falan.
Una denuncia anónima alertó a Cortolima de la matanza de estas aves y tras una visita a la zona de Falan se evidenció la presencia de cazadores desconocidos “dedicados a matar las águilas”.
“Para las investigaciones contamos con fotos, información y ubicación geográfica del sitio de los hechos. Estos animales no presentan peligro y no deben ser considerados como alimento”, dijo el biólogo.
Natalia Ospina, de la regional norte de Cortolima, dijo que las aves fueron halladas en el suelo con heridas contundentes.
“A la matanza se suma la tala de árboles por parte de los cazadores con el ánimo de bajar a las aves que quedan atrapadas entre las ramas”, señaló la funcionaria.
Las Águilas Cuaresmeras reciben este nombre en Tolima porque pasan por esta región en época de Cuaresma y los cazadores las matan para su alimentación de Semana Santa, porque muchos dicen que su carne sabe a pescado.
Expertos señalaron que estas aves llegan a pesar más de una libra, sus alas miden hasta un metro y se alimentan de insectos, ranas, serpientes y hasta ratones.
En tiempos de Cuaresma, hasta un millón de aves de esta especie busca los valles de los ríos Combeima, La Yuca y Lagunilla, en Tolima, para hacer una parada en su viaje migratorio de unos 25.000 kilómetros, pues recorren más de 10 países, iniciando su travesía en el Sur de Canadá y el Norte de los Estados Unidos para seguir hacia Costa Rica, Venezuela, Argentina y Colombia, siendo este departamento el sitio escogido para sus descansos, pues optan por las zonas cálidas.
Mientras en México y Costa Rica la migración de estas aves es vista como un espectáculo, en Colombia y especialmente en Tolima, miles de estos especímenes terminan muertos en manos de cazadores que las matan con perdigones.
A los responsables de este delito ambiental la ley 2111 del 2021 establece una pena entre 15 y 54 meses de cárcel y una multa que puede estar por encima de los 900 millones de pesos, pero hasta ahora las autoridades no han reportado capturas de los autores de este delito.