El llamado al retorno a clases presenciales hecho por el régimen de Nicolás Maduro, evidenció la dramática situación que atraviesan los distintos planteles educativos.
Víctor Federico González // Corresponsalía lapatilla.com
En Cumaná, capital del estado Sucre, la Escuela Básica Aquiles Nazoa es el reflejo de esta situación, que ha obligado a los estudiantes de primaria a reanudar sus estudios, pero en condiciones decadentes al tener que llegar a ver clases tres niños en un mismo pupitre, incluso sentados en el suelo por el deterioro de las mesas sillas.
La directora del plantel fundado en 1967, Carmen Gómez, sostuvo que aunque han solicitado ayuda a las autoridades de la zona educativa desde “el año pasado”, no han obtenido respuesta positiva a su petición, por lo que reiteraron su exigencia a los funcionarios del régimen chavista.
“Tenemos problemas de hacinamiento a pesar de que no está asistiendo la matrícula completa. Actualmente tenemos 245 niños y la matrícula es de 513”, dijo Gómez, al mismo tiempo que recordó que la pandemia del Covid-19 es un factor que los obliga a tener que mantener el distanciamiento físico y no lo están pudiendo cumplir por la falta de condiciones.
Indicó que han tenido que recurrir a la caridad y recientemente un aserradero de la ciudad les donó unas tablas para que el personal del colegio restaure las mesas sillas. Asegura que necesitan al menos 100 de estos pupitres que debería proveer el Ministerio de Educación a través del plan “Gotitas de amor”.
Con el servicio de agua también existen algunas deficiencias y es que el recurso hídrico no llega con normalidad a los baños, teniendo que usar tanques que llenan en la noche cuando mejora la presión.
Las maestras también se ven afectadas por la falta de condiciones. Han cedido sus escritorios y sillas para que el estudiantado pueda, medianamente cómodos, ver sus clases, pero teniéndose que incomodar ellas mismas al tener que pasar toda la mañana de pie. “Mi salón es pequeño para los 43 alumnos que tengo y solo cuento con 20 mesas sillas”, dijo una maestra de sexto grado.
Por otro lado, la directora de la zona educativa en Sucre, profesora Karenly Sánchez, reconoció las deficiencias y sostuvo que están trabajando en un plan de recuperación de mesas sillas. El plan de trabajo tiene dos modalidades: autogestión de la institución y con el Ministerio de Ambiente. “A nivel de estado la falta de mesas sillas es mucho mayor”, expresó.