El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, denunció este martes una “campaña deliberada para matar, tortura, violar” en la ciudad ucraniana de Bucha, donde se hallaron decenas de cadáveres tras la retirada de las tropas rusas.
“Lo que vimos en Bucha no es el acto aislado de una unidad solitaria. Es una campaña deliberada para matar, torturar, violar, cometer atrocidades”, declaró antes de poner rumbo a Bruselas.
“Esto refuerza nuestra determinación y la determinación de países de todo el mundo de garantizar que, de alguna manera, un día u otro, quienes cometieron estos actos rindan cuentas”, afirmó.
Blinken aseguró que Estados Unidos está trabajando, como otros, para “reunir pruebas que respalden los esfuerzos del fiscal general de Ucrania” y los de la comisión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El secretario de Estado reiteró la “gran determinación” de Washington de apoyar a Ucrania en “su valiente lucha para repeler la agresión rusa”.
En una audiencia en el Congreso este martes, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, afirmó que los expertos del Pentágono intentan determinar qué unidad o unidades rusas estaban en Bucha.
“Seguimos investigando y se hará un esfuerzo significativo para establecer un vínculo entre los individuos que estuvieron presentes con el momento en el que probablemente ocurrieron estos hechos”, dijo Austin. Por ahora “no estamos seguros, pero seguiremos buscando”.
La difusión en los medios de comunicación internacionales de fotos tomadas en Bucha en las que se ven cadáveres en las calles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda o parcialmente quemados, así como fosas comunes, provocó una ola de indignación internacional.
Kiev acusa a los soldados rusos de haber masacrado a civiles. Moscú lo niega y afirma que es un montaje de las autoridades ucranianas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el lunes que quiere un “juicio por crímenes de guerra” en Ucrania. /AFP