Ante la entrada en vigencia del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras en (IGTF), la actividad comercial está estancada en el estado Zulia. Usuarios denuncian que algunos comercios no aceptan pago en moneda extranjeras.
Corresponsalía lapatilla.com
Ante la falta de información del régimen chavista sobre el cobro del impuesto cuya alícuota es del 3% por parte de los sujetos pasivos especiales, nombrados por el Seniat con esta condición, los usuarios se abstienen de comprar y los comerciantes de recibir divisas.
Ante este panorama, el presidente del Colegio de Contadores Públicos del Zulia, James Ramos, expresó que el gobierno engaña al país, pues se trata de una ley que ya existía. La Ley de Impuestos a las Grandes Transacciones Financieras se aplicará a cualquier monto que se pague en los comercios “desde 1 dólar hasta el infinito. Es una cruel mentira”.
Según la disposición legal, la alícuota de 3% la cobrarán los contribuyentes especiales. Según lo establecido en la ley, tienen esta condición aquellas empresas que en el ejercicio fiscal anterior declararon 30 mil unidades tributarias (UT), la cual tenía un costo de 0,02 bs.
Señaló Ramos que para las ciencias económicas este impuesto es heterodoxo y calificado como un impuesto de guerra. “Es la manera del Estado de recuperar y recaudar dinero en tiempo récord, lo que evidencia una vez más el engaño del gobierno central al decir que en el país todo está bien”, dijo.
Para el contador, el gobierno una vez más utiliza al sector comercial como un intermediario financiero de recaudación ante su ineficiencia e ineficacia.
Ramos informó que la modificación a la ley en su artículo 4 numeral 5 incluyó a las personas naturales, jurídicas y entidades económicas sin personalidad jurídica a cancelar el impuesto, figuras que estaban protegidas antes de la reforma de la ley.
“Si usted dispone de 100 dólares para comprar, solo gastará en productos 81 dólares, porque 19 dólares pagará en impuestos entre IVA y IGTF“.
A juicio de Ramos, esta reforma de ley genera desventajas para los contribuyentes especiales y creará una mayor evasión fiscal en el país.
La marabina Laura Jiménez dijo no entender la medida. Su opción es preguntar si cobran o no el impuesto. Si lo cobran, no compra, y busca otro comercio.
“Mi hija tiene tres años afuera, trabaja duro, y yo no le voy a regalar cobres al gobierno para seguirlos enriqueciendo. Donde me digan que lo cobran, no compro y punto. Si tuviéramos otro gobierno, no importara pagar impuestos, si se vieran los beneficios”, enfatizó Jiménez.
Por su parte, Ángel Villalobos tiene una venta de víveres, pero prefiere no recibir pagos en ninguna moneda extranjera mientras se aclara lo que abarca esta ley.
A su juicio, no quiere correr peligro y menos ser sancionado. Pero sí aclaró que las ventas han caído por no recibir pagos en dólares.