¿Quién no quiere vivir más y mejor? Con la pandemia como una advertencia de lo frágil que puede ser la vida, el concepto de bienestar comenzó a ocupar un lugar relevante en la agenda ya no solo amantes del deporte y/o de la meditación, sino de la mayoría de las personas. Una preocupación universal.
Por Clarín
Precisamente ese es el objetivo que el periodista, economista y sobre todo dueño de una mente curiosa e inquieta, Sebastián Campanario, plantea como central a la hora de analizar en su nuevo libro, “El futuro del bienestar”?, las principales novedades que desde el campo de la innovación y la ciencia están acercando a las personas nuevas maneras de incrementar la calidad (y la cantidad) de vida.
¿Cómo lograr cambiar algo tan rígido como nuestros hábitos? ¿Qué tiene la ciencia para aportar en este sentido? ¿Deberíamos darle más preponderancia al descanso? ¿Qué cuestiones podemos incorporar hoy mismo para poder tener una vida más saludable? ¿Cómo se resignifica el rol del sexo y de algunas drogas a la hora de tratar afecciones para sentirnos mejor? Clarín conversó con Campanario sobre todas estas cuestiones.
Históricamente, el concepto de bienestar se asoció a amantes del deporte o a prácticas catalogadas como snob. ¿La pandemia amplió el interés?
Efectivamente la pandemia le dio mucho volumen a la agenda de bienestar, porque nos hizo tomar conciencia de nuestra fragilidad: las muertes, las afecciones físicas que empeoraron y el tema de salud mental, hicieron que haya una mayor toma de conciencia, que también funcionó como contraste. Es decir, si siempre quisimos estar bien, después del covid, esa necesidad se tornó aún mayor.
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