Mientras Occidente avanza en la investigación por la presunta matanza de civiles a manos de soldados rusos en la localidad ucraniana de Bucha, la administración de Vladimir Putin insiste en desmentir la masacre y denuncia un “montaje” orquestado por las fuerzas enemigas. En este contexto, el embajador de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vasily Nebenzya, dio ayer una conferencia de prensa en la que intentó explicar la presencia de los cadáveres en las calles del distrito. Sin embargo, al hacerlo cometió un acto fallido que rápidamente se vio obligado a aclarar.
Por: La Nación
“Si miran cuidadosamente lo ocurrido en Bucha, sobre los cuerpos que yacen en las calles, que nunca existieron antes de que las tropas rusas llegaran…”, sostuvo ante los periodistas el diplomático, que al darse cuenta del error corrigió: “Perdón, [que nunca existieron] antes de que las tropas rusas se fueran… y que de pronto aparecieron en los caminos, colocados a un lado y al otro, algunos muertos y otros con signos de vida… no se puede escapar al hecho de que se trata de un montaje”.
Tras ello, insistió en acusar a Ucrania de haber “plantado” los cadáveres y calificó lo ocurrido como “algo falso” y “una provocación”. “Ya lo he dicho y ustedes saben perfectamente que además de la guerra armamentística tenemos una furiosa guerra informativa. Tenemos evidencia de que esto fue premeditado y armado por la maquinaria de desinformación ucraniana”, aseguró.
A pesar de las afirmaciones de Nebenzya, la ONU evaluó ayer que la evidencia recabada hasta el momento permite inferir que los ataques a civiles fueron realizados de manera “deliberada” por el Ejército ruso y pidió comenzar una investigación para determinar si constituyen un crimen de guerra.
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