La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, llegaron hoy a Kiev en una visita relámpago para conocer de primera mano la situación de la guerra sobre el terreno.
Von der Layen y Borrell tienen previsto reunirse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski; con el primer ministro, Denys Shmyhal; además de mantener encuentros por separado con otros altos funcionarios del gobierno; a los que trasladarán un “mensaje de solidaridad” de la UE con el país tras la invasión rusa.
También está previsto que visiten Bucha, ciudad al noroeste de Kiev liberada de tropas rusas hace una semana, donde están apareciendo cuerpos de cientos de civiles, algunos maniatados y con signos de tortura, en aparentes crímenes de guerra durante la ocupación rusa.
Integra también la delegación el primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger, quien declinó por motivos de seguridad ir a la capital ucraniana el pasado 15 de marzo, asediada entonces por la artillería rusa, en el viaje que hicieron el primer ministro checo, Petr Fiala; su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki; el jefe de Gobierno esloveno, Janez Jansa, y el líder del gubernamental partido polaco Ley y Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczinsky.
#VonDerLeyen y #Borrell se reúnen con #Zelenski en Kiev en apoyo al pueblo ucraniano
Con su presencia la presidenta de la Comisión Europea y el alto representante de la diplomacia de la UE quieren subrayar que "Ucrania controla su territorio", como señaló Borrell a su llegada/cc pic.twitter.com/yQWpcGyEn7
— DW Español (@dw_espanol) April 8, 2022
Polonia, República Checa, Eslovenia y Eslovaquia son los países cercanos a Ucrania que han acogido la mayor parte de los cuatro millones de refugiados que han huido de la guerra, aunque algunos están comenzado a volver al oeste ucraniano al haberse concentrado la ofensiva rusa en la zona del Donbás.
Heger adelantó ayer que propondrá a Zelenski facilitar la salida en tren del trigo ucraniano por territorio eslovaco para ayudar a combatir el alza de precios, a través del nudo logístico de Kosice, una ciudad eslovaca cerca de las fronteras Ucrania y Hungría.
El viaje coincide con la aprobación anoche en la UE del quinto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, que afecta por primera vez al sector energético al prohibir la importación de carbón ruso, además de incluir un embargo de armas hacia Rusia y vetar las exportaciones de alta tecnología a ese país.
Las nuevas medidas incluyen además más sanciones contra “oligarcas, actores de propaganda rusa, miembros del aparato de seguridad y militar y entidades del sector industrial y tecnológico ligados a la agresión rusa contra Ucrania”, indicó en Twitter la presidencia francesa de turno del Consejo de la UE, tras destacar que este “paquete tan sustancial amplía las sanciones contra Rusia a nuevos ámbitos”.
Desde que empezó la guerra, hace 44 días, los Veintisiete han apoyado a Ucrania con ayuda militar, financiera y humanitaria, además de los cinco paquetes de sanciones, cada vez más duras, para intentar asfixiar la economía que sustenta la maquinaria de guerra del Kremlin.
EFE