Las Naciones Unidas aprobó recientemente la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos con 93 contundentes votos, aunque ya habían titubeado en otra ocasión, ahora Putin recibió el apoyo de Venezuela, China, Corea del Norte, Irán, Siria y Cuba. De anteojito que en ninguno de estos países se respetan los derechos humanos, por lo que huelga hablar o escribir sobre la inmoralidad total de semejante votación. Pero lo traemos a colación al demostrar la temeridad con la que actúa Nicolás Maduro, arrastrándonos a los venezolanos a un conflicto que ya está perdiendo el mandamás de Moscú que, faltando poco, es el autor del genocidio de Bucha, añadidas las violaciones de mujeres (niñas, jóvenes y adolescentes). Y es que ni siquiera Nicolás se detiene a pensar un poco sobre sus actos, porque, en el país del hambre y la miseria, lo entretiene su melomanía.
El tipo es amante de la salsa y, en eso, no hay problema alguno. Sin embargo, así como antes se llevó a Bonny Cepeda y a otros grandes intérpretes de la canción de los que no se ha sabido, llevados y devueltos en aviones de la Fuerza Armada, incluso (por supuesto que los de lujo, porque acabaron con los de PDVSA), recientemente hizo pública su entrevista personal con Maelo Ruíz. Banalizando la desesperación de los hambrientos, con hospitales abarrotados de gente desatendida, faltando los equipos necesarios, le ha metido un billetaje a esos gusticos musicales, le meterá otro billetal a un festival internacional de la salsa, mientras que se le ocurre otra cosa nueva. Rusia queda muy lejos, jura él, y no se molestará en pensar un poco más sobre esa decisión de apoyarla a ciegas.
Se vale de la presidencia de la República usurpada y del realero que maneja, para conocer a sus grandes ídolos, hacer fiestas privadas de las cuales le da publicidad a algunas por una vanidad que no compensa la difícil infancia y juventud de sus frustraciones, incluyendo esa confusa identidad porque nacido en Colombia siempre se hizo pasa r por venezolano. Hay un conocido oriental del que no revelaré lógicamente su nombre que todavía se sienta en la espuria asamblea nacional de Jorge Rodríguez, el cual dice que la fiebre por el cantante Ruíz ha sido de tl tamaño que al tipo le gusta que lo llamen Maelo Maduro en la intimidad.