Deudos de quienes descansan en el cementerio de Píritu en Anzoátegui, denuncian el abandono en el que se encuentra el camposanto.
Por Corresponsalia LaPatilla
En el pueblo colonial de Píritu, al oeste de la entidad, el descanso eterno de sus habitantes se hace entre basura, brujos, saqueadores y la indiferencia de las autoridades.
Al entrar al camposanto, el panorama evoca una película de terror: tumbas abiertas, maleza, cruces en el piso, en un sitio donde la realidad supera la ficción de cualquier creador de Hollywood.
“Uno limpia la tumba de su familiar, los alrededores, pero no puede ponerse a limpiar todo el cementerio, imagínese usted”, dijo indignada Carmen Márquez, quien estaba visitando a sus deudos.
Quienes tienen a sus familiares enterrados en el sitio, aseguran que ya ni el día de los muertos lo limpian. El mantenimiento es personal, cada familia debe acondicionar las tumbas.
En los alrededores se observan escombros y vertederos clandestinos de basura, “Dígame usted ¿Quién descansa en paz así?”, se pregunta Márquez.
Brujos y delincuentes
Aunque durante años se han solicitado mejoras en el muro perímetral, esto no se ha concretado. “Si no limpian, menos van a mejorar el muro. Aquí lo que se ve de noche son brujos”, asegura Pedro Castillo, habitante de Píritu.
Afirman que en las noches algunos delincuentes utilizan el lugar para el consumo de sustancias estupefacientes y también como refugio luego de cometer hechos delictivos.
“Malandrines y brujos que hacen sus rituales ahí es lo que vemos. Imagine que allí no hay ni un bombillo. Ellos aprovechan para sus cosas satánicas”, dijo Johana Puesme, quien visita varias veces el cementerio para vigilar las tumbas de su familia.
“Aquí no hay descanso eterno en medio de brujos y ladrones. A la alcaldía no le importa, como el alcalde no es de aquí”, dijo Puesme.